La viuda del agente de la Guardia Civil David Pérez Carracedo, fallecido junto con su compañero Miguel Angel Gómez cuando fueron atacados por narcotraficantes el viernes en Barbate (Cádiz), ha rechazado la medalla que le iba a imponer el ministro del interior, Fernando Grande-Marlaska, en la capilla ardiente instalada en la comandancia de Pamplona.

Según han confirmado a EFE tres personas distintas que estaban entre los asistentes a la capilla ardiente, cuando el ministro se ha acercado a imponer la medalla a la viuda, cuya identidad no ha sido facilitada, ésta la ha rechazado visiblemente emocionada.

Los asistentes han comentado que se ha tratado de un momento muy tenso, debido a que, además, estaban presentes las principales autoridades de Navarra, encabezadas por la presidenta del Gobierno de Navarra, la socialista María Chivite.

Fuentes del entorno del ministro han dicho a EFE que ha sido un acto celebrado en la intimidad y que no se pronuncian sobre este tipo de actos, y se han limitado a decir que Grande-Marlaska ha asistido a la capilla ardiente para mostrar sus condolencias a los familiares de David Pérez Carracedo.

Tras la capilla ardiente tiene lugar en la catedral de Pamplona el funeral por el agente de la guardia civil, que residía en Navarra, donde estaba destinado en la comandancia de Pamplona en el Grupo de Acción Rápida y desde hace un par de semanas prestaba servicio en el operativo de control de narcolanchas desplegado por el Instituto Armado en la provincia de Cádiz.

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Funeral por el guardia civil David Pérez en la Catedral de Pamplona EFE

EN LA CATEDRAL DE PAMPLONA

Autoridades y ciudadanos se han congregado este domingo en la catedral de Pamplona para arropar en el funeral a la familia y allegados.

Con emoción contenida, compañeros del guardia civil muerto han hecho un pasillo para recibir el féretro a su entrada al templo, donde un centenar de personas ha esperado en silencio hasta la llegada del furgón fúnebre, momento en el que han irrumpido en aplausos.

Las muestras de dolor y consternación se han hecho más patentes en esos instantes en los abrazos, especialmente de los guardias civiles que conocían a David Pérez.

Portado por sus compañeros y cubierto por una bandera de España, el féretro ha entrado en la catedral de Pamplona entre aplausos de los asistentes, seguido de la viuda y los familiares del agente y tras ellos las autoridades. Mientras tanto, la banda de música de la Guardia Civil ha interpretado el himno de España.

EL PERFIL DEL FALLECIDO

David Pérez, agente del Grupo de Acción Rápida (GAR), de 43 años, nacido en León y padre de dos hijos, residía en Sarriguren, en el municipio navarro del Valle de Egüés.

La capilla ardiente ha contado con la presencia del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, así como de la presidenta de Navarra, María Chivite, la consejera de Interior, Amparo López, y la delegada del Gobierno en Navarra, Alicia Echeverría, además de mandos de la Policía Foral, Policía Nacional y del Ejército y cargos públicos de diferentes formaciones políticas.

En el patio de la comandancia, el ministro ha saludado a las autoridades y a los mandos de la Guardia Civil tras lo que ha accedido a la capilla ardiente, donde se vela el cuerpo en la intimidad.

David Pérez ingresó en la Academia de Baeza en 2008, realizó sus prácticas como guardia civil en el puesto de Torrevieja y después fue destinado como profesional al puesto de Arta en Baleares.

En 2010 realizó el curso del GAR en el Centro de Adiestramientos Especiales de Logroño y desde 2011 prestó servicio como agente del GAR. Fue distinguido con varias condecoraciones del cuerpo.

En el suceso de Barbate también falleció su compañero Miguel Ángel González, de 39 años, agente del Grupo Especial de Actividades Suacuáticas (GEAS), natural de San Fernando y padre de una niña.

Los hechos sucedieron cuando los agentes, junto a otros cuatro compañeros, se dirigían a identificar a los ocupantes de varias narcolanchas que se habían refugiado del temporal en el puerto de Barbate (Cádiz).

Mientras varios vecinos que estaban en el muelle les jaleaban, una de las narcolanchas pasó por encima de la embarcación de los agentes, mucho más pequeña. Otros dos agentes que resultaron heridos, uno de ellos de gravedad, se recuperan favorablemente.