El colectivo de personas con dependencia no para de crecer y en Navarra suponen ya el 2,69% del total de la población. Son aquellos ciudadanos que, de manera permanente, precisan de la atención y el cuidado de otras personas para realizar actividades básicas del día a día –por razones de edad, enfermedad o discapacidad– y que van en paulatino aumento como consecuencia lógica del envejecimiento de la población. Los datos que maneja el departamento de Derechos Sociales detallan que 2023 se cerró con 18.080 personas en situación de dependencia, un 4,3% más que en 2022 (17.334).

Se trata de una cifra que va marcando récord año a año –en la última década experimenta un crecimiento del 37%– y que va de la mano del incremento de la población mayor de 65 años, un grupo que ya supone el 20% de la población total de Navarra y en el que se encuentran el grueso de las personas dependientes. De hecho, las previsiones que se manejan hablan de que en 2037 las personas dependientes serán el 3,1% de la población, año en el que el 25% de la ciudadanía será mayor de 65 años.

La edad es el principal factor detrás de la dependencia, aunque también están las enfermedades y la discapacidad y son las mujeres las que más la padecen, entre otras cosas, porque su esperanza de vida es mayor que la de los hombres. Actualmente, hay 11.536 mujeres dependientes en la Comunidad Foral, frente a 6.543 varones, es decir, dos de cada tres navarros con dependencia son mujeres.

El perfil del dependiente es claro: una mujer de más de 80 años con una dependencia moderada (grado I). Más de la mitad de ellos tienen entre 80 y 94 años y tan solo 3.567 tienen menos de 65 años.

Una usuaria de la residencia El Vergel. Javier Bergasa

En cuanto al grado, 7.673 personas tienen una dependencia moderada (Grado I), aquella en la que la persona necesita ayuda para realizar varias actividades básicas de la vida diaria, al menos una vez al día; 6.691 una dependencia severa (grado II), cuando necesita ayuda para realizar varias actividades básicas de la vida diaria dos o tres veces al día; y 3.716 personas son grandes dependientes (grado III), aquellos que requieren ayuda para realizar varias actividades varias veces al día y, por su pérdida total de autonomía, necesitan el apoyo indispensable y continuo de otra persona.

Reducción de la lista de espera

Pero acceder a este estatus –que conlleva ayudas y prestaciones– no siempre es tarea fácil. En 2022, un total de 328 personas estaban pendientes de recibir una prestación para la dependencia, según los últimos datos publicados por Derechos Sociales y recogidos en el VI Informe sobre la Dependencia en Navarra.De hecho el departamento implantó una serie de medidas para aligerar la lista de espera y consiguió reducirla a la mitad, ya que el año anterior las personas dependientes aguardando una prestación alcanzaban las 749.

Cabe destacar que en 2021 se alcanzó el récord de valoraciones de dependencia realizadas, con 8.003 y en 2023 se han reducido ligeramente hasta las 7.430, pero la demora media se elevado. Si a mitad de 2022, la espera media para la resolución de una valoración de la dependencia era de 1,82 meses, en enero de 2024 esa demora se ha incrementado hasta los casi 4 meses (3,84).