A sus 83 años, Ángel Echeverría nunca hubiera pensado que comenzaría a entrenar en un gimnasio, en especial después de haber salido de la UCI hace apenas un par de días. “Esto es una chaladura”, aseguró el vecino de Arróniz sentado en una de las máquinas de deporte del servicio de Geriatría del Hospital Universitario de Navarra (HUN), ataviado con su bata de cuadros sobre la azul del hospital. El entrenamiento del viernes fue el primero para Echeverría con el objetivo de “recuperar la autonomía que tenía”. Así lo explicó Fabiola Zambóm, su entrenadora particular, licenciada en Actividad Física del Deporte y quien trabaja en colaboración con los fisioterapeutas en el proyecto europeo PreDisc. Esta iniciativa, liderada por Navarrabiomed con la cooperación de Francia, Portugal y Andorra, busca prevenir la discapacidad en personas mayores mediante la promoción de la actividad física regular durante y después de los periodos de hospitalización

En este sentido, Maite Mendioroz, directora de Navarrabiomed, recordó que el proyecto pretende llegar a todos los domicilios de Navarra en los que sea necesario, “hasta en las zonas más rurales”. La intención es conseguir que las personas mayores, una vez hayan dejado la hospitalización, puedan continuar con sus ejercicios a través de un seguimiento desde Atención Primaria y con el desarrollo de herramientas tecnológicas, la formación del personal sanitario, la realización de visitas domiciliarias y eventos en comunidades rurales, “lo que debe permitir reducir ingresos hospitalarios innecesarios”, se aseguró desde Gobierno de Navarra. 

Programas personalizados

Nicolás Martínez Velilla, responsable de la Unidad de Geriatría y Envejecimiento Activo de Navarrabiomed, jefe de servicio de geriatría del HUN e investigador principal del proyecto PreDisc, recordó que la prescripción de actividad física en la hospitalización se está integrando progresivamente en el sistema hospitalario con el fin de prevenir el deterioro funcional asociado a la hospitalización. “Se trata de dar prioridad a la recuperación funcional, gracias a un programa de entrenamiento individualizado que permite acortar la estancia hospitalaria y evitar la discapacidad que puede surgir en el hospital”. 

Esta personalización de los programas ayuda a que pacientes como Echeverría, con una sonda, puedan practicar actividad física. Velilla añadió que el deporte también se vuelve una realidad para aquellas personas con vías, que necesitan oxígeno o padecen cáncer, quienes “cada día necesitan una dosis diferente de ejercicio” y para los que se emplea una máquina que les calcula la cantidad que tienen que hacer. “Está todo individualizado y adaptado a personas mayores”, añadió el doctor.

Población envejecida

El proyecto se presenta como una de las soluciones al reto del envejecimiento de la población, un fenómeno que, según Fernando Domínguez, consejero de Salud del Gobierno de Navarra, “plantea desafíos en términos de atención sanitaria y cuidados a largo plazo”. Para abordarlo, “se necesitan estrategias integrales que promuevan el envejecimiento activo, prevengan la discapacidad, garanticen la accesibilidad universal y adapten los servicios a las necesidades de las personas mayores”. En este sentido, aseguró que la atención geriátrica durante el periodo de hospitalización es crucial en la trayectoria vital de estas personas. 

Desde el Gobierno de Navarra recordaron que la situación demográfica en países como los que promueven este proyecto, España, Francia, Andorra o Portugal, se caracteriza por un envejecimiento progresivo de la población, con una esperanza de vida en torno a los 83-84 años. Así, el doctor Martínez destacó que el perfil de los pacientes en el servicio de Geriatría del HUN ronda los 88 años, con muchas enfermedades, muchos fármacos y una discapacidad generada por el periodo de hospitalización que “somos capaces de revenir mediante un programa individualizado”. Y es por eso que Domínguez remarcó que “los sistemas sanitarios, sobre todo los públicos, tenemos que adoptar nuevas prácticas para adaptarnos a esta realidad”. Unos cambios que van a ayudar a personas mayores como Echeverría a conseguir un envejecimiento activo, aunque en el caso del navarro, “un hombre fuerte y privilegiado" según Martínez, la vitalidad ya abunda en él. Cuando Zambóm le pidió más repeticiones del ejercicio, Echeverría no dudó un segundo en hacer “las que quieras”.