Hay varias fechas claves en la vida de un estudiante y que se recuerdan durante toda la vida. Hoy es una de ellas. Miles de estudiantes navarros conocen hoy sus notas finales de la EvAU, lo que implica que sabrán si pueden acceder a la carrera que desean o no. Cada año hay estudiantes que destacan en estas pruebas y también recuerdan a la perfección días como este, no por haber vivido una decepción, sino por haber conseguido el mejor expediente de toda Navarra. Mientras cursan sus grados deseados, recomiendan a quien no lo consiga en el primer año que “no pierda la esperanza y lo sigan intentado”.  

Lorena Bea Remírez, de Cintruénigo, es la última persona en entrar en este selecto club y lo hizo el año pasado al sacar un 13,97 sobre catorce (para lo que se cuenta el 60% de la media de Bachillerato y el 40% de la nota de la EvAU, tras las debidas ponderaciones), la mejor de su promoción. “Sabía mi nota, pero nada más. Me llamó un periodista para hacerme una preguntas y fue él quien me dijo que era la más alta de Navarra, hasta entonces no lo sabía”, recuerda. Justo después de colgar “llamé a mi madre y mi amigas y todas estaban súper contentas”.

Lorena Bea Remírez

Un año después ha terminado el primer curso de ADE y Derecho Internacional en la Universidad Pública de la Navarra (UPNA) y mantiene su alto nivel académico. “La verdad que estoy muy contenta. La carrera es justo lo que esperaba e incluso mejor”, asegura. Cuando eligió el grado, buscaba un plan de estudios que “combinase el derecho con todo lo que rodea a las empresas” y tras un año, asegura que “estoy encantada, era justo lo que quería”. Destaca “la amplitud de temas que cubren y, sobre todo, la vista general con la que afrontan los problemas del día a día, que igual no te lo planteas, pero poco a poco vas viendo cómo se organiza todo y cómo lo puedes solucionar”.

Proceso de adaptación

Al cursar un doble grado y “además, en inglés, el nivel de exigencia es bastante alto” y es costoso adaptarse al ritmo del curso, pero “con esfuerzo todo se puede conseguir”. En cuanto nivel académico destaca que lo más complicado es organizarse para los exámenes finales. “Pasas de tener un examen cada poco tiempo en Bachillerato a de repente encontrarte con seis exámenes de veinte temas cada uno”, destaca.

Por otro lado, en el ámbito personal, ha tenido que adaptarse a vivir fuera de casa, ya que ahora reside en Pamplona, aunque no le ha costado mucho esfuerzo ya que “en cuánto tienes un círculo de amigos, se pasa rápido y las cosas son más fáciles”. Todavía tiene mucho camino por delante y no sabe con certeza a qué quiere dedicarse en un futuro, pero tiene claro que “algo que englobe tanto Derecho como ADE”. 

Al coronarse como la mejor nota de la Comunidad Foral, Lorena cogió el relevo de Alejandro Monroy Ostívar, quien lo consiguió el curso anterior. Natural de Peralta, sacó un 13,95 puntos sobre catorce, lo que le permitió acceder a Medicina en la UPNA sin dificultades. “Me esperaba buena nota, pero no tanta. Llamé enseguida a mis padres, me llamaron del colegio y fue muy emocionante”, cuenta. 

Alejandro Monroy Ostívar

Alejandro ha terminado segundo de carrera, que teniendo en cuenta que el total se extiende seis cursos, continúa en el “principio”. “Estoy muy contento con la carrera. Dicen que los primeros dos años son aburridos pero al revés, a mí me han gustado mucho”. De estos años, destaca que “se nota que la carrera es novata y van cambiando alguna cosa sobre la marcha”, algo que “me gusta porque van mejorando cada año”.

Continúa con un buen expediente y señala que “no he bajado del ocho”. Un nivel que no le cuesta mucho mantener ya que “si llevas todo al día es menos agobiante. Al final vienes de segundo de bachillerato y la presión es muy distinta”. Respecto al futuro, no tiene muy claro por qué especialidad decantarse, aunque si sabe que “no me llama la atención pasar consulta. Me gustaría algo más movido como Urgencias o alguna especialidad quirúrgica”, aunque todavía tiempo para decidirse. 

Adrián Álvaro Bueno, en cambio, tiene que afrontar la decisión dentro de poco ya que comienza con el Trabajo Fin de Grado. Adrián obtuvo el mejor expediente de 2021 con un 13,9 sobre catorce, lo que le permitió pasar el 13,6 que tenía como nota de corte el Doble Grado de Física y Matemáticas en la Universidad de Zaragoza. Recuerda los nervios del día que publicaron las notas y los está reviviendo este año con su hermano, que conoce hoy su calificación y quiere estudiar Medicina en la UPNA. 

Adrián Álvaro Bueno

Recién terminado el tercer curso de los cinco que dura el grado, cuenta que “escogí esta carrera porque no veía claro qué me tiraba más y ahora ya puedo confirmar que me gusta más la Física”. Se trata de dos ciencias con sus particularidades, “las matemáticas son más conceptuales y la física trata problemas más reales”. Ambos implican un gran nivel de esfuerzo y dificultad y “se ve reflejado en los resultados”. En los dos primeros cursos sacó adelante todas las asignaturas en primera convocatoria, pero este tercero la dificultad ha hecho mella y enfrentará recuperaciones la próxima semana. 

La carrera es muy bonita porque aprendes muchas cosas curiosas sobre el mundo, pero a veces conlleva un exceso de trabajo”, señala Adrián, que este curso ha tenido que “ir a clase a las mañanas y realizar prácticas a las tardes” lo que causa que “no te dejan tiempo libre casi para poder llevar al día las asignaturas”. Afirma que está “muy contento” en la universidad y afronta con ganas el TFG, que quiere realizar sobre “el estudio de las propiedades térmicas con campos magnéticos en nanopartículas”, que podría ser utilizado en el tratamiento de tumores. 

No tirar la toalla

Ninguno de los tres estudiantes vivieron cómo es quedarse a las puertas de entrar en la carrera, pero lo conocen por personas cercanas. Álvaro destaca que “algún amigo que no entró por décimas, lo ha seguido intentado. Si tienes claro lo que quieres, hay que intentarlo hasta el final”. Es un consejo para quienes reciben hoy las calificaciones y que comparten los tres.

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Adrián incide que “no se cierren las puertas y no pierdan las esperanza de hacer lo que les gusta. Una buena opción es entrar en un carrera que luego te puedan convalidar asignaturas”. Por su parte, Lorena tiene en cuenta lo exigente de segundo de Bachillerato y destaca que “lo importante es saber que te has esforzado, para intentarlo siempre hay tiempo. Después del año intenso lo mejor es descansar y disfrutar del verano”. Un verano que cogen con fuerza hoy miles de estudiantes navarros.