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El 23% del alumnado de etnia gitana en Navarra ya ha repetido un curso en 3º de Primaria

La Fundación Secretariado Gitano elabora un estudio acerca de la situación educativa de esta población

El 23% del alumnado de etnia gitana en Navarra ya ha repetido un curso en 3º de PrimariaUnai Beroiz

La educación es uno de los principales motores de ascenso social. En palabras de Sara Giménez, directora general de la Fundación Secretariado Gitano, “las personas con menor nivel educativo normalmente son más pobres, tienen peores niveles de salud, más desempleo y peores trabajos, y sus hijos tienen menos posibilidades de progresar socialmente”. De acuerdo con un estudio estatal realizado por esta asociación que se ha presentado esta mañana en la UPNA –a través de una encuesta realizada a 1.734 hogares, que comprenden una muestra de 7.280 personas, y 166 centros educativos, de los cuales 112 eran de alta concentración– en el que han participado 1.457 navarros, en 3ª de Primaria ya hay un 23% de los estudiantes que han repetido un curso.

Al inicio del ciclo educativo típico, se percibe una desventaja inicial, debido a la incorporación tardía de la población gitana en educación infantil. En concreto, hasta los 5 años, solo se escolariza al 51,4% de los chicos y chicas de esta edad; 17,3 puntos menos con respecto al Estado. Cuando cumplen 16 años, se observa que dos de cada tres alumnos gitanos no terminan sus estudios y esta brecha continúa en los niveles post-obligatorios.

En lo que respecta a la educación primaria, el alumnado gitano comienza a tener un retraso educativo que se agrava con los años: “En 5ª de primaria el 41% de los alumnos ha repetido al menos una vez”, ha apuntado Isidro Rodríguez, director general adjunto de la fundación. A partir de la ESO lo que ocurre es “el fracaso académico. La tasa bruta de graduación en educación secundaria es menos de la mitad que la del conjunto del Estado; 41,4% frente a 84%. Después, son muy pocos los que continúan los estudios post-obligatorios, tan solo el 14,3%. Y esto se traduce en que el 86,3% de la población gitana abandona sus estudios”, ha asegurado. De hecho, el 59, 4% de los jóvenes no estudia ni trabaja (el 68% son mujeres), frente al 29% de la población general.

De esta forma, Rodríguez ha puesto el foco en el sistema educativo, ya que se han producido mejoras con respecto al pasado estudio realizado en 2012 en lo referente a la escolarización de esta población. No obstante, “la escolarización se cumple, pero no garantiza el derecho a la educación”, ha señalado. En ese sentido, ha mencionado que los factores determinantes tienen que ver con que no se atienden las necesidades propias de la etnia gitana, y ha distinguido tres motivos a tener en cuenta. El primero, que “el 86,8% de la población vive en una situación de pobreza y, más concretamente, la tasa de pobreza extrema es del 46%. Esto limita el acceso a la educación de muchos jóvenes y les imposibilita a tener herramientas suficientes para poderse adaptar al entorno educativo porque no se disponen de recursos”, ha expresado. 

Por otro lado, la segunda razón tiene que ver con un sistema que no compensa las desventajas y que, además, no cuenta con medidas de refuerzo educativo o de inclusión. Por último, el tercer motivo que provoca el fracaso escolar se relaciona con la alta concentración del alumnado gitano en determinados centros y la segregación en otros. “La segregación aumenta el aislamiento, la conflictividad y la estigmatización; limita la inclusión e interacción social y reduce la calidad de enseñanza y las expectativas”, ha comentado Rodríguez.

Para hacer frente a esta realidad, se presentó un decálogo de propuestas para ofrecer un plan específico de refuerzo escolar para favorecer el retorno al estudio y revertir la segregación, entre otros aspectos.