El Coordinador Autonómico de Trasplantes de Navarra, José Roldán, lleva prestando servicio en el Hospital Universitario de Navarra desde 1996 , centro en el que ha compatibilizado la Coordinación Hospitalaria de Trasplantes con su trabajo como médico intensivista en la UCI. El especialista pamplonés ha recibido el informe de Sanidad “como una buena noticia”, pero asegura que “aún quedan mucho por hacer en cuanto a las donaciones”.

El médico argumenta el liderazgo de Navarra y la alta tasa de trasplantes de médula ósea a la gran capacidad de intervención de los hospitales navarros. “Tenemos que tener en cuenta que en Navarra tenemos dos hospitales trasplantadores muy potentes, como lo son la Clínica Universitaria y el Hospital Universitario de Navarra”, señala. “La capacidad que tiene Navarra con esta infraestructura es superior a la de muchas comunidades autónomas”, añade.

Causa real

Sin embargo, la causa real de estas cifras se debe a que cada vez se van a hacer más intervenciones de este tipo. “Tenemos cada vez más enfermedades a nuestro alrededor y la necesidad de llevar a cabo estas intervenciones va a ir en aumento en los próximos años”, augura Roldán. El coordinador explica que “si aumentan las enfermedades, aumentarán los trasplantes, y cada vez costará más llevar a cabo este tipo de intervenciones”.

Esto se debe a la falta de donantes en la Comunidad Foral. “Al tener que realizar más intervenciones, necesitamos más donantes. Sobre todo, necesitamos hombres donantes menores de 40 años, ya que la mayoría de las actuales donantes son mujeres, y porque a partir de esas edades, la médula no es tan eficaz como para poder trasplantársela a otro paciente”, apunta.

Intervenciones más seguras

Los trámites y las propias intervenciones son más seguras y menos tediosas en los tiempos que corren. “Antes, este tipo de intervenciones, eran más pesadas para el paciente. Ahora, no se tarda casi nada en realizarlas y es más cómodo para todos. Lo mismo pasa con el registro de donantes. Lo único que hay que hacer es una analítica de sangre que se guarda en un registro mediante el cual se valora con qué otros pacientes puede conectar y ser vinculable”, explica Roldán.

“Lo importante es conseguir donantes en nuestra tierra”, reitera el profesional. “No es lo mismo tener un donante en Navarra, o en Zaragoza o en Cantabria, que están cerca, que tenerlo en Buenos Aires. El coste económico y logístico es mucho mayor cuando se trata de donantes lejanos, lo que produce que las intervenciones se demoren y el proceso tarde más de lo que debe tardar”, lamenta. “Animo a la sociedad navarra a que sea donante y ayude a otras personas necesitadas de nuestra tierra”, concluye.