Más de 6.000 personas, la mayoría sin diagnosticar, se estima que sufren la enfermedad celiaca en Navarra, según datos de la Federación de Asociaciones de Celíacos de España facilitados por Sanifarma, cuyas farmacias llevan a estos días a  cabo una campaña informativa y de detección precoz.

En el marco del Día Nacional del Celíaco, que se conmemora este 27 de mayo hasta el 10 de junio, estas farmacias informan sobre la celiaquía y contribuyen a su detección precoz con la realización, a un coste promocional, de dos pruebas: análisis de sangre y test genético, informan en un comunicado.

Detección precoz, esencial

Al respecto remarcan la importancia de la detección precoz de la enfermedad que se considera "esencial para evitar la progresión de la enfermedad y mejorar la calidad de vida de estos pacientes".

La intolerancia al gluten produce una lesión grave en la mucosa del intestino y en las vellosidades intestinales, haciendo que se produzca una inadecuada absorción de los nutrientes.

Este daño sólo se detiene con la supresión del gluten, una proteína que se encuentra en las harinas de los cereales más comunes, como el trigo, el centeno, la avena o la cebada. Desde la detección, en un año la mejoría del paciente es completa, según la citada fuente.

Respecto a las prueba de diagnóstico, explican que el análisis de sangre sirve para detectar la presencia de marcadores serológicos de la enfermedad y el test genético detecta la predisposición a desarrollar la celiaquía.

Análisis y test genético

El análisis se realiza mediante una simple punción en el dedo para extraer una gota de sangre y si el resultado es positivo se recomienda a la persona que acuda a su médico para proseguir con el diagnóstico.

El test genético detecta la predisposición para desarrollar la enfermedad celíaca. Se realiza a partir de una muestra de saliva y si el resultado es negativo puede decirse con un 99 % de seguridad que no va a desarrollar la enfermedad celíaca durante el resto de su vida.

Los síntomas característicos de la celiaquía (que en algunos casos es asintomática) son: diarrea crónica; distensión abdominal; carácter irritable; deposiciones blandas, frecuentes, abundantes pálidas y fétidas; palidez; anorexia; hipotrofia muscular; debilidad generalizada; vómitos y estreñimiento; y retraso de crecimiento en el niño.

La enfermedad celíaca no diagnosticada puede suponer un perjuicio para la salud a largo plazo. Según apuntan, están descritas numerosas alteraciones de tipo autoinmune, endocrino, neurológico, psiquiátrico o reproductivo cuya aparición puede verse favorecida en estos casos por el consumo continuado de gluten.

Otras situaciones

A ellas hay que sumar otras situaciones que repercuten en la calidad de vida de los pacientes, como la fatiga intensa y continuada, la debilidad muscular y la osteoporosis.

La complicación más grave es la posibilidad de desarrollar un cáncer intestinal. Si no se trata, también pueden aparecer problemas derivados de la desnutrición como carencia de hierro o vitaminas.

Además, según indican, se ha asociado con otros trastornos y enfermedades, como la diabetes tipo I, tiroides, vitíligo, lupus, intolerancias a la lactosa y a la fructosa, o las enfermedades hepáticas.