Ryanair condiciona su plan de crecimiento en España, donde prevé invertir 2.831 millones de euros en los próximos siete años, a varias exigencias para el Gobierno español, entre ellas el rechazo del aumento de tasas de Aena para el año 2026, la congelación de tarifas aeroportuarias, así como la implantación de sistemas de incentivos para SAF. La aerolínea ha anunciado asímismo que recortará su oferta en Zaragoza casi a la mitad, un 38% la de Santander y un 2% la de Vitoria-Gasteiz, entre otros aeropuertos.

Este plan, presentado al Ejecutivo, busca no solo expandir su presencia en el país, sino también impulsar su capacidad operativa a niveles sin precedentes. De momento su propuesta no ha sido contestada por el Gobierno español.

El proyecto de la aerolínea irlandesa prevé la incorporación de 33 nuevos aviones con base en España en los próximos siete años. Esta inyección de capital y activos permitiría a Ryanair incrementar su tráfico anual de pasajeros en un 40%, pasando de la cifra actual a 77 millones de viajeros para 2031, según los datos a los que tuvo acceso Europa Press.

Con ello superaría la barrera de las 1.000 rutas abriendo además cinco bases regionales adicionales en Gran Canaria, Fuerteventura, Menorca, Reus y Santander. La iniciativa también contemplaría la creación de 1.000 empleos directos.

La decisión de las autoridades será determinante para el éxito de la inversión, ya que Ryanair ha sido rotunda al condicionar su plan a un entorno económico y regulatorio favorable.

La congelación de las tarifas aeroportuarias de Aena -el gestor de la mayoría de los aeropuertos españoles- es vista como un factor clave para mantener la competitividad de sus operaciones. Por otro lado, los incentivos para el SAF son esenciales para que la aerolínea pueda cumplir con sus objetivos de sostenibilidad a largo plazo.

El futuro de esta inversión multimillonaria está ahora en manos del Gobierno español, cuya respuesta definirá no solo el crecimiento de Ryanair en el país, sino también el panorama de la aviación comercial en la próxima década, según la compañía.

La compañía que dirige Eddie Wilson advierte de que solo lo ejecutará su plan si el Gobierno y Aena frenan la subida de tasas prevista para 2026. El ajuste, aprobado por el consejo de administración de Aena en julio, supondrá un incremento de 0,68 euros por pasajero a partir de marzo de ese año.

Ryanair sostiene que este alza desviará más de dos millones de plazas anuales hacia países competidores como Italia, Marruecos o Hungría y comprometerá la viabilidad de los aeropuertos regionales españoles.

Recorte de vuelos

Como muestra del impacto, Ryanair ha anunciado este miércoles que se ve obligado a reducir su capacidad para el invierno de 2025 en un 41% en las regiones españolas y en un 10% en las Islas Canarias (Lanzarote, Fuerteventura y Gran Canaria).

Así en la temporada de invierno 2025 cerrará su base en Santiago de Compostela, cesará operaciones en Tenerife Norte y Vigo y mantendrá sin actividad Jerez y Valladolid. Además reducirá la capacidad en otros cuatro aeropuertos regionales: Zaragoza (-45%), Santander (-38%), Asturias (-16%) y Vitoria (-2%).

El consejero delegado de Ryanair, Eddie Wilson, aseguró, durante la rueda de prensa en la que anunció que los recortes, que estas reducciones perjudicarán aún más a los aeropuertos vulnerables y conducirán a "una pérdida de inversión, conectividad, turismo y empleo en la España regional ya que muchas rutas serán económica inviables".

Ryanair cancelará un total de 36 conexiones directas con la España regional y las Islas Canarias. Todo ello supone que se desviarán dos millones de plazas anuales a Italia, Marruecos, Croacia y Albania.

"Ryanair mantiene su compromiso con España, pero no podemos justificar una inversión continuada en aeropuertos cuyo crecimiento se ve bloqueado por tasas excesivas y poco competitivas", afirmó Wilson.   

AENA DEFIENDE SU MODELO

El pulso entre Ryanair y Aena trasciende la disputa tarifaria y refleja un choque de modelos. La low cost reclama un esquema de costes bajos para estimular la demanda y mantener la conectividad regional, mientras que el gestor aeroportuario apuesta por inversiones a largo plazo que garanticen infraestructuras sólidas y de calidad.

Aena insiste en que sus tarifas son "extraordinariamente competitivas y entre las más bajas de Europa" y que el ajuste aprobado responde en gran parte a atrasos de ejercicios anteriores.

Los ingresos adicionales, defiende, son imprescindibles para financiar el que será el mayor plan de inversión en aeropuertos en dos décadas, con el objetivo de atender la creciente demanda y mantener los estándares de calidad y seguridad.

De hecho, Aena destaca que el verano de 2025 ha sido el mejor de la historia, con más de 89 millones de pasajeros entre junio y agosto (+3,3% frente a 2024), y que las aerolíneas han programado un 2,1% más de asientos para el invierno 2025-2026, lo que marcará un nuevo récord histórico de capacidad en la red española.

"Las tarifas aeroportuarias de Aena no son un factor relevante en el precio de los billetes de avión y los 68 céntimos de euros son un elemento residual en el precio total del paquete turístico (vuelo, alojamiento, tasa turísticas", explica el gestor aeroportuario.