Nacer niña es un desafío en pleno siglo XXI en numerosas partes del mundo. A muchas se les arrebatan los sueños antes siquiera de que aprendan a nombrarlos. Save the Children señala los abusos sexuales como uno de los problemas más graves a los que se enfrentan las niñas en Euskadi. Según el informe Por una justicia a la altura de la infancia, elaborado por esta ONG, un 92,6% de los 108 menores analizados eran niñas, la mayoría por debajo de de 15 años.

Para Charo Arranz, directora de Save the Children en Euskadi, el origen del problema está en los estereotipos y los roles de género: “La pornografía y las redes sociales tienden a cosificar a las niñas y adolescentes como objetos sencillamente de placer creados para el hombre”.

Los procesos judiciales para resolver estos casos se dilatan en el tiempo. El 61% de las sentencias tarda más de dos años en resolverse, y solo un 19,5% concluye antes de ese plazo. Esa lentitud judicial, alerta desde la organización, revictimiza a las menores, ya que las obliga a revivir una y otra vez los abusos durante las declaraciones y juicios.

En los casos estudiados, el 85% de las sentencias fueron condenatorias. Pero Save the Children advierte: las absoluciones por falta de pruebas siguen siendo frecuentes, especialmente cuando no se admiten pruebas grabadas o periciales psicológicas completas. Sin una justicia adaptada a la infancia —alerta la ONG— la protección es insuficiente y el daño se perpetúa. “Al tener que repetir tantas veces el testimonio, este puede no ser consistente y acabar contaminado, de manera que cuando se llega a juicio se desestiman los cargos”, señala Charo Arranz.

“Educar a las niñas para que vayan con cuidado las pone en una situación de vulnerabilidad”

Charo Arranz - Directora de Save the Children en Euskadi

La organización subraya la necesidad de que la CAV ponga en marcha de manera efectiva el modelo Barnahus —casa de los niños—. Este modelo, que proviene de Islandia y que se ha implantado con éxito en la provincia de Tarragona, reúne en un mismo espacio a todos los profesionales implicados en la atención a las víctimas, lo que ayuda reducir la revictimización y a acortar los plazos. “En Islandia, desde que se implantó el modelo, se ha multiplicado por tres el número de sentencias condenatorias y el número de denuncias. En Tarragona, los tiempos de resolución se han reducido y las denuncias también se han triplicado”, expone la responsable de Save the Children en Euskadi.

Mayor inseguridad

En Iruñea, el 9% de las niñas dice sentirse insegura en su ciudad, frente al 3,4% de los niños. La brecha de género, del 5,6%, refleja que ellas perciben mayor riesgo desde edades tempranas. Son datos del diagnóstico de Infancia elaborado por el Ayuntamiento dentro del II Plan Municipal de Infancia y Adolescencia, a partir de una encuesta realizada en 2023 a 440 menores de 6 a 17 años. Según el estudio, que analizaba hábitos y percepciones de los niños y niñas de la ciudad, el 27% de quienes no se identifican con opciones binarias se sienten inseguros.

“Educamos a las niñas para que tengan cuidado por la calle mientras que los niños no miran si alguien entra detrás de ellos cuando cierran la puerta del portal. Las niñas sí lo hacen, porque saben que corren más riesgo de sufrir una agresión sexual. Ese modelo coloca a las niñas en una situación de vulnerabilidad y desprotección”, apunta Charo Arranz.

No es el único riesgo al que se enfrentan las menores en Euskal Herria. Muchas sufren acoso digital, violencia de género, presión por su físico o viven en riesgo de pobreza. “Se ha duplicado el número de chicos menores que niegan la violencia de género”, alertan desde Save the Children. Su directora en la CAV es clara en este sentido: “Cuando se han cometido las agresiones, ya les hemos fallado a las niñas”. La clave, a su juicio, está en la educación afectivo-sexual y en la prevención desde edades tempranas.

Un grupo de niñas se divierte a la hora del recreo. Victoria Braquehais (Manos Unidas)

Infancias truncadas

Cada año, 12 millones de niñas son obligadas a casarse en todo el mundo. Durante la presente década, se calcula que 110 millones lo serán antes de cumplir los 18 años. El matrimonio forzoso no solo roba su infancia, sino que expone a las niñas a la violencia y al abuso sexual, y en muchos países, las complicaciones en el embarazo y el parto siguen siendo la principal causa de muerte entre las adolescentes de 15 a 19 años.

Un reciente informe de la ONG Plan Internacional, titulado Déjame ser una niña, no una esposa: Experiencias de niñas que viven el matrimonio infantil, ha puesto el foco en un fenómeno inquietante: las redes sociales están alimentando el matrimonio infantil. El estudio, presentado en el Congreso de los Diputados, recoge los testimonios de más de 250 menores de 15 países.

"Hay que invertir en programas que brinden una verdadera protección a las niñas en riesgo"

Concha López - La directora general de Plan Internacional España

“Aunque la pobreza sigue siendo el principal factor que lleva a estos matrimonios o uniones, hay nuevos elementos en esta problemática. Las redes sociales están facilitando el establecimiento de relaciones entre niñas y hombres mayores fuera del control parental”, asegura Plan Internacional en un comunicado. Y añaden que muchas de esas niñas fueron empujadas por sus propias familias a formalizar relaciones con hombres adultos para “preservar el honor familiar” o evitar el estigma.

“Muchas no han tenido alternativa, y hasta una de cada cuatro describen sus matrimonios como completamente forzados”, explica Concha López, directora de la organización, quien añade que “la tecnología sigue reproduciendo las desigualdades de poder: hombres contactan con ellas, les prometen matrimonio, una salida y se aprovechan de su vulnerabilidad”. 

En el Estado español, esta práctica está casi erradicada, pero aún persiste en entornos de gran vulnerabilidad. Según el INE, en 2023, 27 niñas y 2 niños de entre 16 y 17 años contrajeron matrimonio.

Una niña utiliza una madera vieja como pizarra para realizar su deberes de matemáticas. Marta Isabel González (Manos Unidas)

Día Internacional de la niña

Cada 11 de octubre, el mundo celebra el Día Internacional de la Niña, una jornada proclamada por la Asamblea General de la ONU el 19 de diciembre de 2011 para visibilizar los derechos de las niñas y los desafíos que afrontan. El objetivo, subraya Naciones Unidas, es recordar que la desigualdad empieza demasiado pronto, y que las niñas son las más vulnerables ante la violencia, el matrimonio forzoso, la discriminación y la falta

El lema de este año, 'La niña que soy, el cambio que lidero: las niñas en primera línea de las crisis', rinde homenaje a las menores que, pese a todo, resisten y se organizan. Niñas que lideran movimientos comunitarios, reclaman justicia climática, luchan por la educación o exigen el fin de la violencia. “Las niñas no esperan a que llegue un mundo mejor: ya lo están construyendo”, resume el mensaje de Unicef y ONU Mujeres.

Treinta años después de la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing, Naciones Unidas insiste en que aún persisten enormes desigualdades. En el mundo hay más de 600 millones de niñas adolescentes de 10 a 19 años, el mayor número de la historia. Si reciben los recursos adecuados podrían convertirse, según Unicef en la mayor generación de mujeres líderes, innovadoras y creadoras de cambio de la historia. Pero para eso, insisten, es necesario invertir en su educación, protegerlas de la violencia y reconocer su liderazgo. Porque “cada niña que estudia, amplía el horizonte de toda la humanidad”.

Muchas niñas sufren problemas de alimentación en todo el mundo. Marta María Carreño (Manos Unidas)

Cifras globales


370 millones

Abusos sexuales. Una de cada ocho mujeres o niñas actualmente vivas —unos 370 millones— sufrió violencia sexual antes de cumplir los 18 años. Más de 230 millones han sido víctimas de la mutilación genital femenina en el mundo.


650 millones

Matrimonio. Cada tres segundos una niña es obligada a casarse en todo el planeta. Se calcula que unas 650 millones de mujeres contrajeron matrimonio antes de ser mayores de edad.


Menos del 50%

Embarazo precoz. Es una de las principales causas de muerte entre las adolescentes. En 36 países, menos de la mitad de las jóvenes casadas decide libremente sobre sus relaciones sexuales, el uso de anticonceptivos o su salud reproductiva.


122 millones

Educación. Más de 122 millones de niñas no están escolarizadas y cerca del 40% de las adolescentes no completa la educación secundaria.

El acceso a la educación es para Manos Unidas uno de los principales problemas a los que se enfrentan las niñas. “Cuando una familia tiene pocos recursos, prioriza que los hijos sigan estudiando y no las hijas”, comenta Encarnación Escobar, secretaria técnica del área de proyectos.

Los matrimonios y embarazos tempranos son otra causa de abandono escolar, según Escobar: “Estos factores limitan gravemente las oportunidades de las niñas”. Para la secretaria técnica del área de proyectos, la educación “juega un papel crucial para que las jóvenes puedan alcanzar la edad adulta, tener un medio de vida y luchar por sus derechos ”.

Hay que proteger a las niñas porque son el futuro. Cuanto más preparadas estén, mejor será el mundo del mañana para toda la humanidad

Encarnación Escobar - Secretaria técnica del área de proyectos de Manos Unidas

Te puede interesar:

Encarnación Escobar reclama un reparto más justo de los recursos: “Hasta que eso no ocurra será complicado que las niñas puedan vivir plenamente su infancia”. En este sentido, pide cambiar la mirada colectiva: “Hay que proteger a las niñas porque son el futuro, y cuanto mejor preparadas estén, mejor será el mundo del mañana para toda la humanidad”.

 Desde Manos Unidas trabajan para ayudar a miles de niñas en todo el mundo. “En 2024 hemos implementado más de 154 proyectos educativos y 82 iniciativas sobre Derechos y Equidad que empoderan a mujeres y niñas, y se han aprobado 125 proyectos para mejorar los medios de vida de las familias”, detalla Escobar.