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Manuel EciolazaPresidente de la asociación Derecho a Morir Dignamente (DMD) en Navarra

“Morir dignamente es hacerlo como quiero, donde quiero y, a poder ser, con una sonrisa porque se ha acabado mi sufrimiento”

Manuel Eciolaza subraya la necesidad de crear espacios para hablar sobre la muerte, porque “a todos nos va a tocar pensar en cómo queremos que sean nuestros últimos días”

“Morir dignamente es hacerlo como quiero, donde quiero y, a poder ser, con una sonrisa porque se ha acabado mi sufrimiento”Iñaki Porto

Para Manuel Eciolaza (Aurizberri/Espinal, 1957) la muerte es parte de la vida y la vida es parte de la muerte, “es un espejo de doble cara”, y como tal hablar y reflexionar entorno a ella es algo fundamental para naturalizar algo a lo que todos estamos abocados.

Por ello, la asociación Derecho a Morir Dignamente (DMD), entidad que preside desde 2011, ha organizado este otoño un ciclo de charlas y talleres para abordar los miedos a la muerte y para reflexionar en torno a la Ley de Eutanasia, que concluyó este lunes con la proyección de un documental sobre una clínica de eutanasia en Bélgica.

Médico de Familia durante más de 40 años, Eciolaza conoció a lo largo de su trayectoria muchos casos de “malas muertes”, pero lo que le hizo pasar a un plano más activo fue el caso de Ramón Sampedro, un hombre gallego que reclamó durante años en los tribunales el suicidio asistido, sin éxito, y que finalmente falleció en 1998 tras ingerir cianuro potásico ayudado por una mujer, que abrió el debate sobre la eutanasia en el Estado. Tras varios años de trabajo, en 2011 trece personas formalizaron la asociación DMD en Navarra y ahora, 15 años después, la entidad cuenta con 360 miembros.

El lunes cerraron un ciclo de charlas y talleres sobre la muerte. ¿Cuáles han sido las principales reflexiones?

–De lo que hemos tratado es de romper el tabú que hay en torno a la muerte, que se pueda hablar de ella tranquilamente, y por eso el nombre del ciclo ha sido Un otoño con la muerte/Udazkenean heriotza lagun. Hemos hablado de los miedos a morir, de la eutanasia y ayer cerramos el ciclo con la proyección de un documental sobre la eutanasia en Bélgica. Pero, además de charlas y jornadas, desde la asociación también realizamos atención presencial dos veces al mes en el Condestable, donde informamos y damos asistencia directa a gente que quiere pedir la eutanasia y potenciamos mucho la realización del testamento vital, porque es una herramienta muy útil para dejar por escrito cómo quieres ser tratado en el final de la vida para que se tenga en cuenta en caso de que la persona pierda su capacidad de decisión. Por que de lo que se trata es de tener una muerte digna.

¿Qué es morir dignamente?

–Es algo que depende de cada persona, yo sé lo que es morir dignamente para mí, que es morir sin sufrimiento y sin un alargamiento innecesario. Si yo tengo una enfermedad grave o incurable o un cáncer avanzado con pronóstico de vida limitado, yo no quiero seguir viviendo porque eso no es para mí una muerte digna. Pero también en caso de tener una enfermedad incurable que solo me deja comer por una pajita y hablar, aunque no tenga un tiempo de vida limitado, tampoco me gustaría seguir viviendo. Pero igual a ti sí, entonces es algo que depende de cada persona. En definitiva, una muerte digna es poder morir como quiero, donde quiero, con una sonrisa en los labios porque se ha acabado mi sufrimiento y habiéndome despedido de mis seres queridos.

¿Es sano tener miedo a la muerte?

–Lo que vemos es que a veces hay temor a la muerte por desconocimiento. Todos sabemos que nos vamos a morir, pero casi siempre tratamos de evitar el tema. La muerte en sí no suele doler, de lo que tenemos miedo es del sufrimiento al final de la vida. Entonces, que haya espacios en los que se pueda hablar de este tipo de cosas ayuda a que haya una mayor normalización de la muerte porque algún día a todos nos va a tocar pensar en cómo queremos que sean nuestros últimos días.

Hace ya cuatro años y medio que se aprobó en elEstado la Ley de Eutanasia, ¿cómo valora su aplicación en Navarra?

–La realidad es que en Navarra se está aplicando muy bien y con todas las garantías. Los enemigos de las libertades decían que se iba a producir el fenómeno de pendiente resbaladiza, es decir, que iba a haber una avalancha de casos tras la aprobación de la ley y la realidad ha demostrado que es algo bastante estable y que las muertes por eutanasia son una mínima parte del total.

Hay sectores de la sociedad, fundamentalmente de la derecha, que son contrarios a la eutanasia. ¿Temen que si llegan a gobernar pueda haber un retroceso en este derecho?

–Ese temor siempre existe. Aquí la ley de Eutanasia se aprobó en el Congreso y para cambiarla habría que volver a votarla. Si las derechas vuelven a gobernar y tuvieran mayoría está claro que la intentarían derogar. Ya en 2007, con Rajoy en el Gobierno, se denominó a Derecho a Morir Dignamente “asociación de interés público” y los Abogados Cristianos lo recurrió hasta llegar al Supremo, es algo que viene de largo. Pero nosotros tenemos claro lo que defendemos: la vida pertenece a cada uno y su propia muerte también.

Es, además, una ley muy garantista...

–Es súper garantista. La eutanasia solo la puede pedir la propia persona y la solicitud pasa por muchas fases de evaluación muy estrictas: hay un médico responsable, otro médico consultor, está la comisión de garantías que está compuesta por médicos, abogados, psicólogos, etc.

¿Hay algo de la ley que se podría mejorar?

–Recientemente Abogados Cristianos ha recurrido dos casos en Catalunya en los que se había concedido la eutanasia a instancias de algún familiar y, como lo tienen que admitir a trámite, se queda el proceso paralizado. Ahora, además, han puesto otro recurso contra la comisión de garantías, acusándoles también a ellos. Con esto lo que consiguen es bloquear el proceso y mientras tanto la persona que la ha pedido sigue con un sufrimiento insoportable. Entonces, creo que hay cosas que habría que cambiar de la ley para que esto no ocurra, habría que poner algún ítem para que estos bloqueos no se puedan dar.

Y a futuro, ¿qué retos se deberán de afrontar en torno a la muerte digna?

–Aquí la eutanasia está pensada para personas con enfermedades incurables, irreversibles o con un tiempo de vida limitado, pero por ejemplo en Holanda están planteando poder solicitar la eutanasia por proyecto de vida cumplido para mayores de 75 años en ausencia de enfermedad. Personas mayores que, aunque no tengan una patología, se sientan realizadas y ya no quieran seguir viviendo. Pero de momento aquí, aunque dentro de Europa estamos bastante avanzados, estamos muy lejos de eso.