El Ministerio Fiscal mantuvo este viernes la petición de 14 años y medio de prisión para el acusado de intentar asesinar a su mujer en Azagra y no aceptó ninguno de los atenuantes, considerando que la pericial y el testimonio del acusado no tienen validez y dando por probado que ella no pudo defenderse y que la pretensión de él era matarla.

En su exposición de conclusiones en la tercera y última jornada del juicio la Fiscalía sostuvo que se trata de un intento de asesinato y no de homicidio puesto que “el ataque fue imprevisible para ella” y no tuvo capacidad de defensa como demuestran los golpes que recibió y la posición en la que se encontraba ella.

La Policía Foral, recordó, explicó que la primera agresión se produjo “en el suelo entre la pared y el rincón” porque es ahí donde menos sangre había y posteriormente con el brazo roto, él en una posición superior y con un bastón de metal no le permitió levantarse, tan solo arrastrarse a la cama donde recibió el resto de golpes. Además, señaló, queda demostrado que fue un ataque sorpresivo puesto que no existen golpes en la mano ni en la parte frontal cuando lo lógico si se hubiese esperado los golpes habría sido que ella “se hubiese colocado en una posición defensiva e intentase pararlo”.

Consideró el fiscal que no existe confesión de los hechos ya que partiendo de que él afirma no recordarlos es imposible que esta se haya produciendo no siendo suficiente a su juicio que acudiese a la Policía Foral y dijese que había matado a su mujer. Además, aseguró, “no solamente no ha habido colaboración, sino que el acusado a torpedeado al investigación” puesto que “se ha negado a hacer la prueba pericial psicológica”.

En este sentido, vio incomprensible que, si pensaba que los hechos fueron producto de que estaba “muy mal de la cabeza” tendría que haber querido someterse a cualquier perito considerando que pide una pericial de parte porque “ni el acusado se cree lo que está diciendo”. A juicio del fiscal esta pericial “tiene lagunas” ya que “las peritos en ninguno de los casos cuestionan el relato del acusado”, el análisis “no escarba en los motivos” y “no explicaron de dónde viene ese trastorno”, ya que había pasado por anterioridad por un proceso de separación y aunque es evidente que existía un conflicto, él no hace nada por resolverlo.

Consideró el fiscal que no se cumplen tampoco las condiciones para aplicar el atenuante de reparación del daño puesto que, aunque el acusado ha depositado 120.000 euros, es necesario según sentencias del Tribunal Supremo que “el acto reparatorio resulte suficiente desde el punto de vista de la víctima y no del acusado”.

Aludió a contradicciones en el relato del acusado como que afirmase que la mujer le atacó con un espejo cuando este “está entero” y ni los agentes ni la hermana de la víctima vieron cristales en el lugar y resaltó que tampoco aportó ninguna explicación sobre el bastón con el que golpeó a la víctima señalando solo que no se encontraba en la habitación, con lo cual ha concluido el fiscal que se desmonta que fue un arrebato porque “o lo subió con la intención de agredir o mantuvo esa discusión, bajó, cogió el bastón y subió”, llevándole esto demasiado tiempo.