El hombre asesinado por su expareja en la Rochapea fue condenado hace un año por el Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Pamplona a realizar trabajos en beneficio de la comunidad como autor de un delito de malos tratos no habitual y un delito de amenazas, tras ser denunciado por la autora del crimen. En ese momento, cesó la convivencia de la pareja.

Además, como consecuencia de esta sentencia dictada por conformidad de las partes, Raúl Sierra Pérez tenía una orden de alejamiento en vigor de 300 metros respecto de Leydis Ávila Pérez, una medida que no impedía que la propia autora del acuchillamiento acudiera con cierta frecuencia al domicilio de su expareja a recoger a su hija para llevarla al colegio o compartir tiempo juntas.