El club montañero Irungo Mendizaleak vive una triste jornada tras la noticia del fallecimiento de Karlos Santiago Etxeberria, uno de sus miembros más queridos, en un trágico accidente en el Pirineo francés. La conmoción se ha extendido rápidamente entre sus compañeros de montaña, amigos y conocidos, especialmente en localidades como su Irun natal, la navarra Lesaka, donde fue profesor y concejal, y Hondarribia, donde residía.
Son muchos los que este viernes lloran la pérdida del montañero. Entre ellos se encuentra Félix Solís, compañero de muchas excursiones y también integrante del club irundarra, con más de 600 socios. “El club está en shock”, resume el impacto de la noticia Solis, que recuerda la pérdida de otros integrantes de la agrupación en los últimos años. El último fue Marcos Elgorriaga, que perdió la vida mientras realizaba una ruta en el monte Saioa en enero de este mismo año.
“Era un montañero veterano, no hacía locuras"
Con la voz entrecortada, el montañero irundarra resalta tanto la trayectoria montañera de Karlos como su enorme calidad humana: “Era un montañero muy experimentado, no hacía locuras”.
Por eso, cree que “el accidente fue fatal y seguramente por causas que no estaban en manos de Karlos ni de su mujer Kontxi”, afirma. Ambos eran asiduos en las salidas organizadas por Irungo Mendizaleak, participaban con entusiasmo en las actividades del club y acumulaban años de experiencia: “Eran montañeros veteranos y que no hacían locuras. Conocían la montaña y sabían qué debían hacer en cada momento”.
En los últimos años habían pasado a formar parte del grupo de veteranos del club, lo que no les restaba motivación ni ganas de seguir recorriendo cumbres y senderos. Muy al contrario, Solís recuerda que, debido a la experiencia acumulada, llegaron a bromear sobre algunas rutas, porque les parecían “suaves”: “Nunca dejaron de disfrutar, pero siempre lo hacían con responsabilidad y con la serenidad que dan los años de práctica”.
“Una gran persona”
Más allá de su faceta como montañero, el recuerdo de Karlos está sobre todo lleno de afecto y admiración. Solís, al borde del llanto, describe a su amigo como “una bella persona”: “Se implicaba mucho en todas las causas que le movían, y siempre estaba dispuesto a ayudar”.
Su carácter cercano y solidario le hizo ganarse el cariño de todos allí donde estuvo: “Era muy conocido y le querían mucho en todos los sitios en los que había estado. Lesaka, Hondarribia, Irun…”.
Pese al impacto de la noticia, que ha sumido a sus allegados y a Irungo Mendizaleak en una profunda tristeza, en el club y en su entorno cercano ya se preparan para rendirle el homenaje que merece. Félix Solís no duda de que ese momento será especial y profundamente sentido: “Karlos es una persona que merece un bonito homenaje y ser recordado por siempre”.
A buen seguro que a ese acto se sumarán personas de la comunidad educativa, de la que Santiago formó parte. Primero, como profesor en la ikastola Tantirumairu de Lesaka, y después, en la Facultad de Filosofía y Ciencias de la Educación de EHU.
Lazos con Lesaka
Su vinculación con la villa navarra va más allá: en ella nació su mujer, Kontxi Erro, hermana a su vez de Xabier Erro, uno de los integrantes de la primera expedición vasca que ascendió al Everest. Santiago fue también concejal del Ayuntamiento lesakarra y la agrupación local de EH Bildu ha mostrado su cariño hacia el fallecido en la redes sociales, recordando el gran trabajo que hizo por Lesaka. Horas después de conocerse su fallecimiento, el parlamentario de EH Bildu y exdirigente de la Mesa Nacional de HB Adolfo Araiz añoraba la pérdida de Santiago: “Zu bezalako militanteak betiko gurekin”.
Como resume Solís, la comunidad montañera de la zona del Bidasoa pierde a un referente de experiencia y prudencia en la montaña, pero sobre todo a un hombre que dejó huella en quienes compartieron con él caminos, cumbres y momentos de vida. El vacío que deja es inmenso, pero también lo es el legado de cariño y ejemplo que permanecerá en la memoria de todos.