Un inicio veloz por un terreno cómodo para formar la fuga y después llega un continuo sube y baja en el que no hay descanso, para acabar con un final muy explosivo en el que los hombres fuertes de la general, además de jugarse la victoria de etapa, pelearán por el amarillo”. Este es el resumen de esta segunda etapa de Iker Ballarín.

El corredor del Euskaltel-Euskadi es un buen conocedor del recorrido tras haber disputado un sinfín de carreras por la zona durante su época de aficionado y por eso tiene claro de primera mano dónde pueden estar las claves del mismo. 

“Hasta el alto de Kruzeta es un terreno cómodo, llano y por carretera ancha, el sitio ideal para que se forme la escapada”, indica.

Sin embargo, ya en el descenso hacia Aramaio llegan las complicaciones. “Las carreteras son más estrechas y el pelotón deberá hacer frente a cuatro puertos puntuables en menos de 100 kilómetros, que aunque no son muy largos tienen algún repecho exigente que provocarán mucho desgaste”.

4 PUERTOS EN 100 KMS.

Un terreno exigente. El tramo ideal para tumbar la fuga o si el pelotón levanta el pie para que los escapados tengan opciones de luchar por la victoria de etapa. Ballarín no cree que pueda ser así. “Es el segundo día, las fuerzas están intactas y viendo cómo es el final y que probablemente haya muchos intereses por coger el maillot amarillo habrá pelea”.

El gasteiztarra coloca a los favoritos en esa batalla final en Jaizkibel. “Si alguien corona con más de medio minuto, podría llegar, ganar y salir de líder”. 

DATOS

Km. 24. Giro de 180 grados en Ozaeta, por lo que el pelotón se puede encontrar con un cambio en la dirección del viento.

Km. 81. Udana, el primero de los cinco puertos puntuables.

Km 87. Aztiria llega sin tregua.

Km. 140. Un terreno de desgaste y llega Alkiza, tercera cota. 

Km. 174. Más castigo con el alto de Gurutze.