La justicia francesa dio comienzo hoy a tres días de audiencias civiles sobre el atentado yihadista de Niza del 14 de julio de 2016, que causó 86 muertos y más de 400 heridos, en el que se estudiará la admisibilidad de los argumentos de 2.542 potenciales víctimas.

Este nuevo capítulo del proceso dirimirá si los querellantes que se han personado como víctimas en estas audiencias pueden constituir parte en un proceso civil por el atentado (y por tanto ser objeto de reparaciones).

Durante la primera audiencia, celebrada en el Palacio de Justicia de París y presidida por el juez Laurent Raviot, se discutió sobre los criterios para constituirse en parte civil, como por ejemplo, si la presencia aquel 14 de julio en el Paseo de los Ingleses de Niza es suficiente o no para adquirir la condición de víctima.

Estas audiencias llegan después de que, en diciembre pasado, el Tribunal de lo Penal Especial condenase a los ocho inculpados por complicidad en el atentado a penas de cárcel que oscilan de los 2 a 18 años.

El atentado yihadista de Niza del 14 de julio de 2016, reivindicado por el Estado Islámico, fue el segundo peor en suelo francés después de los de París del 13 de noviembre de 2015, con saldo de 130 fallecidos entre París y Saint-Denis.

Lahouaiej Bouhlel, un tunecino residente en Francia de 31 años y camionero de profesión, irrumpió en la noche del 14 de julio en el Paseo de los Ingleses de Niza y arrolló con su camión a centenares de personas durante los dos kilómetros que recorrió hasta que pudo ser abatido por los disparos de la policía.

De entre los 86 fallecidos, cerca de la mitad tenían nacionalidad francesa y el resto procedían de casi una veintena de países.

Se estima que, en el momento del atentado, en el paseo había unas 25.000 personas.