La Unión Europea ha mostrado este miércoles su preocupación por la violencia desatada en la mezquita de Al Aqsa durante una operación de la Policía israelí esta madrugada y ha insistido en la necesidad de respetar el estatus de los lugares sagrados de Jerusalén.

En respuesta al desalojo y detención por parte de las fuerzas de seguridad israelíes de más de 400 personas en la reconocida mezquita, considerada el tercer lugar más sagrado para el islam, el portavoz de Exteriores de la UE, Peter Stano, ha señalado que la diplomacia comunitaria sigue con "profunda preocupación" por la tensión y la violencia registrada en el templo, al tiempo que ha condenado los ataques con cohete desde Gaza contra territorio israelí.

"En este momento es extremadamente importante mantener el estatus de los lugares sagrados y reiteramos la llamada a todas las partes a mostrar contención y evitar acciones que exacerben las tensiones, en particular en este momento de festividades religiosas", ha afirmado Stano, en relación al periodo de Ramadán, la Pascua Judía y la Semana Santa.

Esta madrugada la Policía de Israel han entrado en la mezquita de Al Aqsa y se ha enfrentado a los fieles musulmanes que se encontraban en su interior, utilizando gases lacrimógenos y granadas aturdidoras para desalojar a las cientos de personas que rezaban en ese momento.

Durante esta intervención más de 400 personas han sido detenidas, en una operación que ha dejado varios heridos y ha sido condenada por la Liga Árabe, mientras que el Ejército de Israel ha argumentado que tuvo lugar tras un "intento de negociación" para que un grupo de personas que se había "atrincherado" en el interior pusiera fin a sus acciones y evacuara las instalaciones.

Al Aqsa es un punto caliente en la ciudad de Jerusalén durante el mes del Ramadán. Cerca de 250.000 musulmanes acudieron a la oración del viernes 31 de marzo, y la Policía de Israel ha desplegado a 2.300 militares en la zona durante estas semanas.