La eurodiputada del partido Forza Italia Lara Comi, quien desde 2022 reemplaza a Silvio Berlusconi en el escaño anteriormente logrado por el difunto político, fue condenada hoy a cuatro años y dos meses de prisión por corrupción y estafa al Parlamento Europeo.

El Tribunal de Milán dictó hoy la sentencia contra Comi, imputada en un gran proceso sobre una red de sobornos conocida como 'Mensa dei poveri' (Cantina de los pobres) que ha salpicado a decenas de políticos y empresarios vinculados a los partidos de derecha en la región de Lombardía (norte de Italia), informó la prensa local.

Comi, de 40 años, fue arrestada en 2019 por varios cargos de corrupción y financiación ilícita, a los que se sumó otra acusación de defraudar a la Eurocámara más de medio millón de euros en contratos para supuestos cursos de formación.

La eurodiputada se convirtió en una sensación mediática en Italia al empezar su carrera política con solo 19 años, cuando fue portavoz de Forza Italia en Saronno (norte) y pronto fue vista como un joven prodigio en el partido del exprimer ministro Berlusconi.

En 2009, con 26 años, dio el salto al Parlamento Europeo, donde ocuparía un escaño durante 10 años, llegando a posiciones como la vicepresidencia del Partido Popular Europeo, pero protagonizó varias polémicas, la más sonada cuando contrató a su madre como asistente parlamentaria y se justificó diciendo que "tenía solo 26 años" y "necesitaba" a su mamá".

Tras su imputación en la macrocausa, Berlusconi excluyó a Comi de su lista electoral a la Eurocámara pero regresó a ella en 2022 para sustituir al propio magnate en su escaño, después de que él fuera elegido senador de Italia.

Desde entonces, Comi forma parte de la delegación para las relaciones con Estados Unidos y de la Comisión para el mercado interno y la protección de los consumidores, según indica el Parlamento Europeo en su página web.

El escrito judicial que propició su arresto señalaba que la política tenía una "particular habilidad" para extraer de su posición pública "las máximas ventajas en términos económicos y de ampliación de la propia esfera de visibilidad".

En el macrocaso también fue condenado el exdirector de la 'Agencia para el trabajo' de Milán, Giuseppe Zingale, el exdiputado por Forza Italia Diego Sozzani y la entonces asesora de Comi, Maria Teresa Bergamaschi.