Irlanda es sinónimo de naturaleza: campos verdes, paisajes y jardines majestuosos, castillos, mansiones… Con su clima suave y templado, reúne las condiciones perfectas para cultivar una increíble diversidad de vida vegetal. Y es que la isla cuenta con jardines amurallados que evocan un pasado lejano y grandes mansiones que forman parte del patrimonio irlándes. Estos cuatro lugares muestran cómo Irlanda ha sabido unir tradición y gastronomía local para crear experiencias únicas para los amantes de los viajes y los del buen comer.
La casa Ballymaloe
En el condado de Cork, en Münster, se encuentra una mansión histórica que ofrece una experiencia de lujo y además es un hotel familiar con mucho encanto: Ballymaloe House. Este hotel familiar tiene como seña de identidad la alimentación sostenible, ya que los alimentos que suelen usar provienen de la granja. En este contexto, la historia comienza en 1948, cuando Myrtle e Ivan Allen compraron la finca con la idea de criar a sus hijos y, al mismo tiempo, producir sus propios alimentos: leche, carne, huevos, vegetales, mantequilla, yogur… En 1964, la familia decidió abrir un restaurante y conservar su sello: de la granja a la mesa.
Los huéspedes pueden pasear por los jardines y disfrutar de las flores que decoran los espacios comunes y las habitaciones. Ballymaloe House organiza cada año un festival gastronómico que reúne a chefs reconocidos del 16 al 18 de mayo y cuenta con una escuela de cocina. Mallymaloe Cookery School enseña a los alumnos a cocinar y a comer de forma sostenible y se trabajan temas como la salud del suelo, el compostaje, la conservación de semillas y, por supuesto, la producción de alimentos de la granja a la mesa.
Ballynahinch Castle
Nos dirigimos al sur, específicamente al condado de Galway, para visitar Ballynahinch Castle. Este castillo histórico es uno de los hoteles más lujosos y con mucha historia porque la reina pirata Grace O’Malley vivió allí en el siglo XV. Hace unos años los propietarios restauraron el antiguo jardín amurallado utilizando piedra original. El jardín es un espacio muy popular para relajarse y con su hermoso terreno de flores es un espacio ideal para admirar la naturaleza. Además, el jardín proporciona frutas, verduras y hierbas aromáticas que se utilizan en los menús del hotel. El restaurante Owenmore sirve platos como trucha con remolacha y hierbas propias, mientras que en el Fisherman’s Pub se pueden probar las mazorcas de maíz cultivadas en la finca.
Killruddery
A media hora de Dublín, en el condado de Wicklow, en la costa medio-oriental, se encuentra la mansión Killruddery y sus impresionantes jardines. Esta mansión no ofrece alojamiento, pero sí permite comprar productos frescos, comer en el restaurante The Grain Store o participar en su mercado agrícola semanal. La finca abarca miles de hectáreas e incluye bosque, una granja de animales y un extenso y colorido huerto. El chef Niall O’Sullivan diseña los menús según los productos de cada temporada. Los visitantes pueden recorrer los jardines históricos y acceder al salón de té. Un dato curioso es que Killruddery ha servido como escenario para varias películas conocidas: Las cenizas de Ángela, basada en la galardonada biografía de Frank Mccourt sobre su infancia en la Irlanda de 1930, La joven Jane Austen, película protagonizada por Anne Hathaway y Un horizonte muy lejano, de NIcole Kidman y Tom Cruise.
Killeavy Castle Hotel
¿Siguiente parada? Killeavy Castle Hotel se encuentra en una finca agrícola en el condado de Armagh. El castillo fue restaurado y convertido en un hotel en 2019. Su impresionante agricultura sostenible es uno de sus pilares: cultivan frutas y verduras en sus propios huertos y crían ganado vacuno y ovejas para abastecer su cocina. El encargado de apostar a ingredientes locales y técnicas respetuosas con el medioambiente es el chef ejecutivo Darragh Dooley. Además del restaurante, el hotel dispone de spa y suele organizar actividades relacionadas con el bienestar, como clases de yoga en el jardín.