La presentación del libro dice: "¿Por qué las lesbianas, gais, bisexuales y transexuales nunca aparecen en los libros de historia? Nos han explicado en clase una y otra vez los enredos amorosos de grandes autores y personajes históricos, pero solo cuando eran heterosexuales. Nadie nos ha contado nunca que también existieron cientos de personas LGTB que, en muchas ocasiones, lograron amar y expresarse con cierta libertad y dejaron testimonio de sus experiencias. Conocemos las intimidades de los Reyes Católicos, pero sabemos poco sobre el amante del padre de Isabel la Católica. Estudiamos los nombres de todas las mujeres de Lope de Vega, pero nunca nos han explicado todos los romances que vivió Federico García Lorca". Hablamos con el autor.

Su libro nace en una red social. Explique esto.

Hace unos años, en una cena con amigos, conté una anécdota sobre la vida de Lorca y uno de ellos insistió en que hiciera un hilo en Twitter narrándola. Durante los meses siguientes fui publicando algunas historias que conocía ya e investigando otras muchas, y con el tiempo y el confinamiento, viendo que parecía que existía una necesidad de recuperar todas esas partes silenciadas de la historia, empecé a construir el libro.

¿Por qué el título? La palabra maricones

En Twitter es importante poder utilizar una etiqueta para unificar algunos contenidos, y se me ocurrió una mañana utilizarla. Yo mismo defiendo que es mejor no emplear esas expresiones que tanto daño nos han hecho, ni siquiera como forma de reapropiarnos del insulto con la esperanza de ser más fuertes, pero también entiendo que es un código que podemos utilizar entre los varones gais para comunicarnos. Lo importante, antes que cualquier otra idea, es que podamos comunicarnos. Es lo que más falta nos hace.

¿Quién es el primer personaje histórico homosexual conocido?

Homosexual es una palabra inventada en el siglo XIX, que inaugura nuestra forma de entender la sexualidad. Antes de ese momento había gente, mucha, que experimentaba la sexualidad de formas que se escapaban de la ortodoxia. Y, aunque solemos usar nuestras siglas LGTB para hablar de ellas, siempre corremos el riesgo de que impongamos nuestra forma de ver las cosas sobre personas que quizá no se adaptaran bien a nuestras ideas. En todo caso, esa gente heterodoxa existe desde el comienzo de nuestra civilización. Podríamos decir que la pareja de manicuros del faraón Nyuserra, Niankhkhnum y Khnumhotep, son los más antiguos personajes cuyos nombres conocemos.

¿No podemos utilizar referencias actuales como homosexual o homosexual LGTB

Cada momento histórico crea unas determinadas palabras para delimitar las diferentes sexualidades posibles, según su forma de entender la sexualidad. Llevar una palabra actual a un momento lejano en la historia puede ser una trampa peligrosa, porque imponemos nuestra forma de comprender las cosas a unas personas que quizá, y muy posiblemente, las entendían de otro modo.

En general, los libros de historia silencian la orientación sexual de los personajes que han sido claramente LGTB, o pasan de puntillas, ¿a qué se debe?

Hay mucha gente que piensa que determinadas vidas no son importantes porque no cumplen unas normas sociales que consideran inquebrantables. El problema es que esa gente en ocasiones puede acabar pensando eso mismo de las vidas de sus hijos e hijas, a los que sin darse cuenta negarán la felicidad de poder crecer con referentes en la historia más similares a ellos y ellas que otros muchos que les intentan imponer.

¿Se exigen más pruebas para demostrar que un personaje histórico era homosexual?

Sin duda alguna. Siempre se presupone que todos los personajes históricos interesantes fueron heterosexuales y hay que insistir en dos cosas: ni todos lo fueron ni podemos limitarnos a los personajes heterosexuales para contar la historia de la humanidad.

En su libro hay muchas historias de hombres, pero pocas de mujeres, ¿no ha encontrado muchas?

Las historias de las mujeres son mucho más difíciles de investigar porque, del mismo modo que se han silenciado las vivencias de la población que hoy llamamos LGTB, se ha invisibilizado la historia de la mitad de la población. Incorporo algunas, las que considero más interesantes, y remito a otros estudios donde algunas investigadoras, como mi amiga Cristina Domenech, cuentan muchas más.

De todas las culturas que han existido en la historia de la humanidad, ¿cuáles han sido las más permisivas?

Si tuviera que buscar algo en común entre todas las culturas que menos rigurosas se han mostrado con el control de la sexualidad diría sin duda que son aquellas cuya religión es politeísta o que no dan excesiva importancia a las normas religiosas. Monoteísmo e intolerancia son ideas equivalentes. Por eso el laicismo es el único camino para garantizar nuestra libertad.

Según cuenta en su libro, la democracia debe su nacimiento a una relación entre dos hombres: Harmodio y Aristogitón, ¿es real o leyenda?

Esa es la leyenda que se transmitió en la antigua Grecia, y tiene un fundamento totalmente real. Gobernaba entonces un tirano, Hiparco, que pretendía seducir a Harmodio. Este convenció a su pareja, Aristogitón, para matarlo, y aunque ambos fueron ajusticiados, muy pronto aquel affaire quedó convertido en la historia de los tiranicidas, ya que fue tras la muerte de Hipias, el hermano de Hiparco, cuando se instauró al fin la democracia ateniense.

¿En algún momento de la historia hubo algo parecido a un matrimonio igualitario?

En varios momentos: el antiguo Egipto, Roma e incluso durante el cristianismo medieval. Debemos empezar a pensar que las uniones legales entre personas del mismo sexo han sido constantes a lo largo de la historia, salvo en algunos momentos de fanatismo heterosexualizador.

En Euskal Herria, en concreto en Donostia, nació allá por el siglo XVI Catalina de Erauso, más conocida como la monja alférez

Pues que quizá deberíamos hablar de él. Erauso fue un personaje apasionante, muy difícil de comprender hoy. En esa época era habitual que las mujeres tomaran el vestido varonil para alcanzar determinados objetivos, si bien este caso es especial, porque Antonio de Erauso, que es el nombre que durante más tiempo mantuvo, consiguió vivir prácticamente toda su vida como un varón. Avant la lèttre tal vez deberíamos pensar que se trató de un varón trans.

¿Por qué el pintor Francisco de Goya enviaba cartas con dibujos de penes y corazones a un amigo?

Es una gran pregunta. ¿Debemos pensar que tenían una relación o simplemente que eran dos amigotes que se divertían mucho compartiendo esas picardías? En muchas ocasiones creo que nuestro trabajo recuperando la historia, cuando no podemos afirmar tajantemente si un personaje histórico mantuvo o no una relación con alguien de su mismo sexo, es aportar toda la información posible y plantear todas las dudas razonables que sean necesarias. El problema no es saber por qué Goya y Martín Zapater se mandaban esas cartas, sino que nunca se nos haya contado que esas cartas existen y se nos ofrezca una imagen distorsionada de uno de nuestros pintores más importantes.

El discípulo "a quien Jesús amaba" es una expresión que aparece seis veces en el evangelio de Juan para denominar a uno de los apóstoles del grupo original de seguidores de Jesús de Nazaret.

Es una expresión de lo más llamativa y, además, ya reparó en ella un monje medieval, luego santificado, San Elredo de Rieval. Según este fraile, la relación de Cristo y Juan era una "amistad espiritual", como la que debían mantener los religiosos que vivían en los monasterios. Lo interesante es que de esa relación dentro del convento, nuestro santo comprendía que pudiera incorporar las relaciones sexuales. Así, hay quien ha llegado a decir que aquellas bodas de Caná no son otras que las que unieron a Jesús y Juan.

Una relación que nunca ha estado muy clara para los historiadores es la del rey macedonio Alejandro Magno y Hefestión, ¿amigos o amantes?

Eran compañeros de armas, y eso en la Grecia clásica implicaba una relación muy particular, que debemos comprender como la que unía a Aquiles y Patroclo. Sin duda alguna, fueron amantes.

¿Qué puede contar de la relación entre el dictador romano Julio César y el rey de Bitinia, Nicomedes IV?

Los enemigos de César lo llamaron la reina de Bitinia, precisamente para poner en relieve su particular relación con Nicomedes. Con todo, es uno de los problemas habituales a la hora de historiar la sexualidad heterodoxa. ¿Era cierto o solo eran maledicencias de sus adversarios? Quizá nunca lo sabremos, pero lo importante es que esa pregunta esté sobre nuestras mesas de estudio, que no se niegue la posibilidad y se construya una narración histórica que bien pudiera ser falsa.

El escritor irlandés Oscar Wilde lo perdió todo a causa de su amor por el joven Alfred Douglas. Fue una relación con bastante diferencia de edad y en la Inglaterra victoriana, ¿hubiera funcionado en la actualidad?

Hoy ya no existe esa ley que lo condenó a la cárcel, aunque la legislación represiva en el Reino Unido ha sido abolida muy recientemente. Pensemos que sigue en el trono la misma mujer que reinaba cuando Alan Turing decidió suicidarse para evitar la tortura a la que le obligaron a someterse. Hoy somos un poco más libres, pero no podemos bajar la guardia.

¿Cuánto hay de deseo y cuánto de realidad en su libro?

Todo el libro es realidad. Cada afirmación que hago en él está respaldada por documentación histórica e investigaciones de muchas personas. Mientras que el deseo de algunos historiadores de construir una historia exclusivamente heterosexual la ha alejado de la realidad, mi deseo es simplemente que la historia se transmita de forma completa.

¿Le gustaría que su libro se estudiase en los colegios?

Para eso está pensado. Hay muchas partes de la historia que no se explican en clase, numerosas vidas que se silencian y que podrían ayudar a mucha gente joven que busca referentes con los que poder compararse. Había que recuperar todas esas narraciones que nos han negado y que tenemos todo el derecho del mundo a conocer.

¿Habrá segunda parte?

No lo sé, tengo otros proyectos en mente, pero con el tiempo, quizá sería interesante volver sobre este libro y preparar una edición aumentada.

PERSONAL

Edad: 38 años.

Lugar de nacimiento: Madrid.

Estado civil: Soltero.

Formación: Martínez es licenciado en Filología hispánica. También ha realizado un máster en Gestión cultural.

Trayectoria: Ha participado de forma muy activa en política y en causas relacionadas con el movimiento LGTB. En la actualidad, trabaja como profesor de Lengua y Literatura en un instituto.

En corto

Una virtud: "La capacidad de trabajo".

Un defecto: "Que por culpa del trabajo me queda poco tiempo para cuidarme y cuidar de la gente".

Un vicio: "El tabaco".

Una afición: "Los libros".

Qué valora de la gente: "Su curiosidad por aprender cosas y enseñar las que sabe".

Un libro: "Un hombre soltero, de Christopher Isherwood".

Una película: "Star Wars, de George Lucas".

Una comida: "La hamburguesa con queso".

Una bebida: "Coca-cola zero".

Un lugar para vivir: "Madriz, con z".