PAMPONA. "Bottoms Up Beer" (Cerveza patas arriba) es el nombre de esta "bendición" tecnológica. Lo que comenzó siendo la denominación para una copa de diseño con forma de botella invertida se ha convertido en una novedosa forma de dispensar bebidas para grandes multitudes, gracias a una 'tecnología' que introduce el líquido por la parte de abajo del vaso.
Este sistema es el más rápido de dosificación que se conoce actualmente, ya que llena los vasos hasta nueve veces más rápido que con la tradicional 'caña'.
Hay truco, eso sí. Los vasos son especiales, no valen los plásticos de siempre. Tienen una abertura circular en su base que queda cerrada por medio de un imán, similar a los que se colocan en las neveras: cuando el vaso se ensarta en la boquilla, el disco se desplaza para dejar pasar la cerveza. Luego vuelve a su posición cerrada. Se logran ratios de llenado de unas 44 pintas por minuto. Una de las preguntas es: ¿el sabor de la cerveza pierde en el proceso?