Una nueva variante del covid-19, 'Stratus', ha multiplicado su incidencia en varios países y ya ha sido incluida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en su lista de variantes.

Pese a su gran capacidad de contagio, la OMS considera que el riesgo que representa es bajo, ya que no hay evidencia de que provoque enfermedades más severas que otras variantes recientes del virus.

Desde que se identificó el virus SARS-CoV-2 a finales de 2019, la preocupación por mantener un sistema inmunológico fuerte ha sido una prioridad.

Aunque ninguna dieta puede garantizar la prevención del contagio, una alimentación equilibrada y rica en nutrientes puede fortalecer nuestras defensas naturales, mejorar la respuesta inmunitaria y ayudar a reducir la gravedad de los síntomas en caso de infección.

La inmunidad comienza con la dieta

Aproximadamente el 70% de las células del sistema inmunológico residen en el intestino. Por eso, mantener una microbiota intestinal saludable es esencial.

Alimentos fermentados como el yogur natural, el kéfir, el chucrut y el miso contienen probióticos que favorecen el equilibrio de bacterias beneficiosas en el intestino. A su vez, los prebióticos —como los que se encuentran en el ajo, la cebolla, el plátano y la avena— alimentan estas bacterias buenas, promoviendo una flora intestinal diversa y robusta.

El yogur y el kéfir tienen beneficios y propiedades nutricionales muy valiosas Freepik

Vitaminas clave para el sistema inmune

  • Vitamina C: Conocida por su capacidad antioxidante y por estimular la producción de glóbulos blancos. Se encuentra en frutas como la naranja, el kiwi, la papaya, las fresas y en verduras como el pimiento rojo y el brócoli.
  • Vitamina D: Su deficiencia se ha relacionado con un mayor riesgo de infecciones respiratorias. Se puede obtener a través de la exposición solar, así como de pescados grasos (como el salmón y el atún), huevos y alimentos fortificados.
  • Vitamina A: Contribuye a la integridad de las mucosas, la primera barrera del cuerpo contra los virus. Está presente en alimentos como la zanahoria, la calabaza, el boniato y las espinacas.
  • Vitamina E: Otro potente antioxidante que ayuda a proteger las células inmunitarias del daño. Se encuentra en frutos secos (almendras, avellanas), semillas y aceites vegetales.

Minerales imprescindibles

  • Zinc: Juega un papel esencial en la producción y activación de células inmunes. Se encuentra en carnes magras, mariscos (especialmente ostras), legumbres y frutos secos.
  • Selenio: Ayuda a reducir la inflamación y el estrés oxidativo. Está presente en nueces de Brasil, pescado, huevos y cereales integrales.

Hidratación y hábitos complementarios

Beber suficiente agua es fundamental para mantener la mucosa nasal y otras barreras físicas en condiciones óptimas.

También se recomienda limitar el consumo de azúcares refinados, grasas saturadas y alcohol, ya que pueden debilitar el sistema inmune.

Además de una buena alimentación, dormir entre 7 y 9 horas diarias, hacer ejercicio moderado regularmente y gestionar el estrés también contribuyen al buen funcionamiento del sistema inmunológico.

En conclusión, aunque ningún alimento es una cura mágica contra el covid-19, una dieta variada, rica en frutas, verduras, proteínas de calidad y grasas saludables, junto con buenos hábitos de vida, puede marcar la diferencia en la capacidad del cuerpo para enfrentar infecciones.