Mantener hábitos saludables es clave para preservar una buena salud reproductiva en verano ya que, en el caso de los hombres, las altas temperaturas pueden provocar un deterioro del semen capaz de poner en riesgo su fertilidad.
Especialistas médicos de Ginefiv, clínica centrada en el tratamiento de la esterilidad y la infertilidad, recuerdan que hay estudios que prueban que la exposición continuada al calor podría provocar en el varón diferentes anomalías. Entre ellas destacan la astenoszoospermia, alteración en la movilidad de los espermatozoides, o la oligospermia, que se origina al descender la cantidad de espermatozoides en la eyaculación, a consecuencia del incremento térmico en el escroto, tejido que envuelve y recubre los testículos.
A partir de los 35 grados la calidad del semen desciende y el número de espermatozoides disminuye significativamente, incrementándose la fragmentación de ADN de estos, parámetro relacionado con la capacidad fecundante del esperma y que incluso se ha relacionado con un incremento en la tasa de abortos.
Por este motivo, estos especialistas aconsejan evitar el aumento de la temperatura en los testículos de manera prolongada y constante, ya sea por el uso habitual de ropa interior ajustada o por la exposición constante al calor en el entorno laboral o profesional. Estas medidas ayudan a prevenir la infertilidad masculina que afecta a la producción de espermatozoides.
Además, recuerdan que la salud reproductiva también puede verse afectada por el consumo de alcohol y tabaco, que en ocasiones se incrementa durante las vacaciones de verano. En el caso del tabaco, se sabe que puede causar problemas en la composición del semen ya que la nicotina presenta diversos compuestos que pueden originar rupturas en el ADN de los espermatozoides.
"Resulta muy importante que aquellas parejas que deseen tener descendencia tengan muy en cuenta el control de estos hábitos durante todo el año, incluidas las vacaciones de verano, periodo en el que suelen descuidarse", destacó Victoria Verdú, experta de Ginefiv.
Por su parte, el consumo de alcohol también constituye un factor relevante de incidencia en la fertilidad de los hombres. Diversos estudios aseguran que un consumo abusivo de bebidas alcohólicas puede afectar a la testosterona, hormona masculina que participa en la producción del esperma.
"Durante el verano, solemos descuidar el estilo de vida saludable sin ser conscientes de las consecuencias en la capacidad reproductiva. Por ello, llevar a cabo sencillas precauciones ayuda a que los efectos del verano no perjudiquen la fertilidad de la pareja", explicó.
Asimismo, esta experta recuerda la importancia de vigilar la alimentación, ya que estudios recientes han demostrado que la obesidad y el abuso en el consumo de lácteos y carbohidratos pueden afectar negativamente a la calidad de los espermatozoides. En el caso de los hombres, se ha demostrado que la ingesta diaria de 1.000 miligramos de calcio y 10 microgramos de vitamina D puede mejorar su salud reproductiva.
De este modo, durante la época estival, un buen ejemplo para incluir en la alimentación y muy recomendable son las ensaladas con un aporte de queso o yogur y los zumos de naranja enriquecidos con calcio. Además, la realización de ejercicio físico moderado, evitando siempre las horas centrales del día, y vestir ropa ligera y holgada son algunos hábitos útiles para prevenir los efectos negativos.