La historia se repite y parece que tal y como ocurrió en mayo de 2020, este año también habrá una segunda desescalada de las medidas contra la covid-19. Con la vista puesta en este domingo, 9 de mayo, en el que se pone fin al estado de alarma, las comunidades valoran las diferentes posibilidades que tienen en su mano para contener la pandemia. En el caso de Navarra, el Gobierno foral todavía no ha dado pistas sobre qué ocurrirá con algunas de las principales medidas (cierre perimetral, toque de queda, limitación de reuniones en el ámbito privado...) pero el PSN, partido que preside el Ejecutivo, aboga por una desescalada de las medidas vigentes. Así lo explicó ayer en el Parlamento el portavoz de los socialistas, Ramón Alzórriz, quien eludió concretar en qué situación se quedarán aspectos como el cierre perimetral o el toque de queda, pero apostó por “avanzar en la flexibilización y desescalada de las medidas pero con prudencia”.

“La situación es diferente, la vacunación va a buen ritmo y entendería que se pueda avanzar en la flexibilización y desescalada de las medidas pero con prudencia”, comentó Alzórriz, insistiendo en que “este partido no está ganado” y que “hay que ir paso a paso sin correr”.

Por su parte, la mayoría de grupos con representación en el Parlamento foral mostraron, tras la reunión de la Mesa y Junta de Portavoces, su preocupación ante la falta de concreción del Gobierno navarro sobre las medidas que se implementarán con el fin del estado de alarma.

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Desde Navarra Suma fueron críticos con la falta de información y su portavoz, José Suárez, denunció la incertidumbre que esto está generando en la sociedad en su conjunto, pero sobre todo en los hosteleros, y pidió “claridad de las medidas que se van a tomar con seguridad jurídica a partir del 9 de mayo para que todo el mundo haga sus previsiones”.

María Solana, de Geroa Bai, aludió a la “necesidad de informar con prontitud y exactitud” sobre cuál será el nuevo escenario, si bien ha manifestado su confianza en que el Gobierno “tiene claro cómo se deben dar los pasos”.

Bakartxo Ruiz, de EH Bildu, señaló que “Navarra debe poder tomar las decisiones que deba tomar en base a la situación epidemiológica para garantizar la salud del conjunto de la ciudadanía” criticando que “en reiteradas ocasiones se han tenido que seguir los dictados de Madrid” y esto “ha traído consecuencias nefastas para la gestión de la pandemia en Navarra”.

Desde Podemos, Mikel Buil reprochó al PSOE que el fin del estado de alarma “se anunció con cierta premeditación” y esto “ha ocasionado bastante confusión”, por lo que se comprometió a trabajar con Salud “para que las normas que podamos aplicar sean comprensibles para la ciudadanía”.

Desde I-E, Marisa de Simón también aludió a la falta de información y reivindicó que el Gobierno tiene que buscar las opciones necesarias “para garantizar la seguridad jurídica de las medidas”.

Confinamiento perimetral. Una de las medidas que puede caer a partir del día 9 es el cierre perimetral. No obstante, Navarra, en octubre y antes de decretarse el estado de alarma, ya acordó con las comunidades limítrofes prohibir los viajes entre ellas salvo por causa justificada.

Reuniones en domicilios. Al igual que la restricción anterior, en octubre Navarra limitó las reuniones a convivientes sin estado de alarma. El TSJN lo tumbó y el Gobierno las limitó a 6 personas.

Toque de queda. Es la medida con el encaje jurídico más complicado sin la figura del estado de alarma.