Tijuana - El alcalde de la ciudad mexicana de Tijuana, Juan Manuel Gastélum, declaró ayer una crisis humanitaria en esta ciudad ante la necesidad de recursos para poder atender a los miles de integrantes de la caravana migrante centroamericana. “No voy a comprometer los servicios públicos, no voy a gastarme el dinero de los tijuanenses, no voy a endeudar a Tijuana porque no lo hemos hecho en estos dos años”, dijo el primer funcionario del municipio sobre la situación en la ciudad ante la presencia de los migrantes.

Gastélum afirmó que el costo de la atención a los migrantes, poco más de 4.000 llegados desde la semana pasada, “asciende a más de 500.000 de pesos (unos 21.890 euros)”.

Por ello, el alcalde anunció que pedirá asistencia humanitaria al gobierno federal mexicano y a entidades internacionales como las Naciones Unidas y a la convención americana de derechos humanos.

Reclamó a la Secretaria de Gobernación de México haber “dejado sola a Tijuana” en el asunto de la caravana, cuando, dijo, las leyes señalan que esta dependencia es la responsable de atender el tema desde el principio. La semana anterior Gastélum, del conservador Partido Acción Nacional (PAN), emitió mensajes xenófobos y racistas contra los migrantes y declaró: “Tijuana es una ciudad de migrantes, pero no los queremos de esta manera”.

108 detenidos, 104 condenados Las autoridades informaron de que 108 personas de origen centroamericano habían sido detenidas, 104 de las cuales recibieron sanciones administrativas, cuatro fueron presentadas a la Fiscalía por delitos de robo, riñas y ultrajes a la autoridad.

El resto fueron detenidos por delitos de posesión de droga, embriaguez en vía pública y disturbios, explicó el titular de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal (SSPM), Marco Antonio Sotomayor.

Sotomayor reiteró que no habrá tolerancia para quienes infrinjan la ley en Tijuana, “sean migrantes centroamericanos, mexicanos o visitantes estadounidenses”.

Por su parte, Tegucigalpa revelaba que al menos siete migrantes hondureños habían muerto desde el 13 de octubre, cuando miles de personas comenzaron a salir de su país en caravana hacia Estados Unidos, informó la Secretaría de Relaciones Exteriores de Honduras. “A la fecha lamentablemente siete hondureños que formaban parte de la movilización han fallecido por diversas causas, de los cuales con el apoyo del Gobierno cuatro han sido repatriados a sus familiares y tres están en proceso”, según publicó el Gobierno en un comunicado oficial.

La Cancillería no precisó detalles de los migrantes fallecidos, ni la fecha de repatriación de los tres que están en proceso, y reiteró el llamamiento a los integrantes de las caravanas a no exponer su integridad física y la de sus hijos. En relación a la movilización de migrantes, el Gobierno de Honduras también reiteró su compromiso de atender y proteger a los que estén en situación de vulnerabilidad, específicamente en la frontera entre México y Estados Unidos. Indicó además que el presidente hondureño, Juan Orlando Hernández, solicitó al secretario general de la Organización de las Naciones Unidas, António Guterres, el acompañamiento y apoyo para atender a los migrantes que se encuentran en la ciudad mexicana de Tijuana, Baja California.

El comunicado subraya también que “para atacar las causas de la migración irregular se requiere de esfuerzos regionales bajo el principio de responsabilidad compartida, pero diferenciada”. - Efe