- La Comisión de Derechos Humanos Etíope (EHRC) denunció ayer que al menos 600 civiles murieron el pasado 9 de noviembre en una masacre cometida por fuerzas leales al Frente Popular de Liberación de Tigray (TPLF) en Maikadra, localidad al oeste de la región de Tigray.

La masacre, ha explicado en un comunicado el organismo financiado por el Gobierno, fue obra de “un grupo informal de jóvenes tigray conocido como Samri, ayudado e incitado por miembros de lo que entonces era la administración local y las fuerzas de seguridad” de la localidad.

La estimación en base a los testimonios recabados es que “al menos 600 civiles fueron asesinados” pero el balance podría ser mayor ya que hay personas que permanecen desaparecidas y habría cuerpos enterrados fuera de la localidad. Amnistía Internacional ya había denunciado el pasado 12 de noviembre la matanza de “un gran número de civiles por ningún otro motivo que su etnia”, probablemente “cientos”, en esta localidad.

De acuerdo con la comisión, antes de retirarse ante el avance del Ejército etíope, que el 4 de noviembre había lanzado una ofensiva sobre Tigray contra las fuerzas del TPLF, “la milicia local y el aparato de seguridad aunaron fuerzas con miembros del grupo Samri para llevar a cabo redadas puerta por puerta y asesinar a cientos de personas que identificaron como de etnia amahara o wolkait, golpeándoles con palos, apuñalándoles con cuchillos, machetes y hachas y estrangulándoles con cuerdas”.

“El crimen inimaginablemente atroz cometido contra civiles por ningún otro motivo que su etnia es desgarrador”, reconoció el jefe de la comisión de EHRC, Daniel Bekele.

La oficina del primer ministro subrayó que “el mundo es una vez más testigo de los crímenes que Etiopía tiene que sufrir perpetrados por la camarilla criminal del TPLF”.

El Ejecutivo etíope pidió a la “comunidad internacional que condene estos actos atroces (...) y a quienes los cometen”. El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) ha cifrado ya en 40.000 los etíopes que han buscado refugio en el este de Sudán desde el inicio del conflicto.