El primer ministro de Etiopía, Abiy Ahmed, afirmó hoy que el Ejército ha recuperado el control de varias zonas ocupadas por los rebeldes del Frente Popular de Liberación de Tigray (FPLT), en guerra con el Gobierno federal desde hace más de un año.

En un vídeo difundido a través de su cuenta de Twitter, Abiy, vestido con un uniforme militar, señaló que estaba "en una zona montañosa" que era hasta el jueves "un bastión del enemigo". El primer ministro también dijo que "la moral de las fuerzas de defensa es realmente buena" y que el Ejército continuará luchando "hasta que garanticemos la libertad en Etiopía".

Según Abiy, las Fuerzas Armadas tomaron el control de la localidad de Kasagita, en la región de Afar, fronteriza con la norteña región de Tigray. Ahora, precisó, se dirigen a las localidades de Chifra (Afar) y Burqa, en la también aledaña región de Amhara, todas ellas a más de 500 kilómetros de la capital etíope.

"Ustedes pueden ver las victorias que hemos conseguido en una batalla de un único día. Ahora continuaremos con muchas victorias mayores. (€) Ganaremos y entregaremos un país libre y próspero a nuestros hijos", aseguró el mandatario. El Gobierno anunció el pasado miércoles que Abiy está en el frente de batalla con el objetivo de liderar al Ejército en su guerra contra las fuerzas del FPLT, partido que dirigió la política etíope con puño de hierro desde 1991 hasta 2018, cuando el actual primer ministro llego al poder.

La guerra estalló el 4 de noviembre de 2020, cuando Abiy ordenó una ofensiva contra el FPLT, partido que entonces gobernaba en Tigray, en represalia por un ataque a una base militar federal y después de una escalada de tensiones políticas. Hasta el momento, según la ONU, miles de personas han muerto y unos dos millones han tenido que abandonar sus hogares debido a la violencia.

El FPLT -que no ha descartado la posibilidad de marchar sobre Adís Abeba, sede de la Unión Africana (UA)- también ha formado alianzas con otros grupos insurgentes, como el Ejército de Liberación de Oromo (OLA), activo en la región de Oromía que rodea a la capital. El temor a que los rebeldes puedan tomar la capital del segundo país más poblado de África (más de 110 millones de habitantes) ha impulsado los esfuerzos diplomáticos de la comunidad internacional para conseguir el cese de las hostilidades y una solución negociada, aunque han resultado infructuosos por ahora.

Este miércoles, el secretario general de la ONU, António Guterres, hizo un llamamiento a un "alto al fuego incondicional e inmediato" en Etiopía para "salvar el país".