Más de 1,7 millones de personas han huido de Ucrania desde que comenzó la ofensiva militar rusa el 24 de febrero, según datos de Naciones Unidas, que ha confirmado este lunes la llegada de más de un millón de refugiados sólo a Polonia.

El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) ha alertado de que es la crisis de desplazamiento que más rápido crece desde la Segunda Guerra Mundial y, por ahora, no se le atisba final. Las previsiones anticipan hasta cuatro millones de salidas si la situación no mejora.

Al millón de refugiados en Polonia se suman 180.000 en Hungría, 128.000 en Eslovaquia, 82.000 en Moldavia y 80.000 en Rumanía, según el balance oficial de Naciones Unidas. Las autoridades polacas estiman que sólo el domingo llegaron 140.000 refugiados, el dato diario más alto desde la invasión rusa en Ucrania.

A este éxodo se sumaría también el registrado desde la zona este de Ucrania y que tendría Rusia como principal destino, promovido antes incluso de la invasión por los rebeldes separatistas. Las agencias de seguridad rusas han elevado a 186.000 las personas llegadas desde el 18 de febrero, según la agencia de noticias TASS.

Borrell prevé la llegada de cinco millones de refugiados ucranianos a Europa por la invasión rusa.

HASTA 5 MILLONES DE DESPLAZADOS EN LA UE

El Alto Representante de la UE para Política Exterior, Josep Borrell, ha apuntado que la invasión rusa de Ucrania puede provocar que hasta cinco millones de refugiados ucranianos lleguen al bloque europeo.

"Si los bombardeos siguen de esta forma. Si continúan los bombardeos a ciudades de forma indiscriminada, podemos esperar 5 millones de refugiados", ha asegurado en declaraciones antes de la reunión informal de ministros europeos de Cooperación.

Así, Borrell ha dicho que la UE debe estar preparada para este escenario, después de recordar que la gran crisis de refugiados sirios en 2015 implicó la llegada de 1,5 millones de personas a Europa. "En este caso será mucho más", ha vaticinado.

El jefe de la diplomacia comunitaria ha subrayado la necesidad de redoblar los esfuerzos humanitarios en plena crisis en Ucrania, que entra en la segunda semana de guerra después de la invasión militar ordenada por el presidente ruso, Vladimir Putin, el 24 de febrero.

Por ello, ha pedido apoyar con "más fondos, más capacidad de acogida, más alimentos y más recursos educativos" a estos países ante el importante flujo que se prevé. "Más de todo", ha sintetizado, sobre los siguientes pasos que deben dar los Veintisiete.

Borrell ha reflexionado sobre la necesidad de aplicar una visión geopolítica a la ayuda al Desarrollo, asegurando que no solo hay que hacer fondos a terceros países sino seguir el destino final de los recursos y vigilar el posicionamiento internacional de esos países.

Todo con el objetivo de aislar internacionalmente a Rusia, algo que sucedió en la votación de la Asamblea General de la ONU, donde solo cinco países se negaron a condenar el ataque ruso sobre Ucrania, pero en el que muchos países africanos como Sudáfrica, República Democrática del Congo o Mozambique optaron por la abstención.