Pamplona - El Parlamento echará la persiana a la novena legislatura. Cuatro años de labor legislativa y de control al Gobierno que terminará con la aprobación de tres leyes: la Ley Foral de Igualdad entre Mujeres y Hombres, la de acceso y ejercicio de las profesiones del deporte en Navarra y la de actualización de la Compilación del Derecho Civil Foral de Navarra (Fuero Nuevo). Tres proyectos de calado que culminan un ciclo de cuatro años de intensa actividad en los que el Parlamento ha vuelto a ser eje del debate político. A falta de las cuestiones que puedan surgir en estos últimos cuatro días, han sido un total de 6.873 iniciativas en toda la legislatura, lo que deja una media de 4,7 propuestas al día, un 35,9% más que en el periodo 2011-2015.

El Parlamento foral ha ganado protagonismo en comparación con los cuatro años anteriores, en los que UPN optó por gobernar con la mayoría de la Cámara en contra en un choque casi permanente entre Ejecutivo y Legislativo. Y lo ha hecho por tres motivos fundamentales. En primer lugar, por la propia pluralidad política de la Cámara, con siete grupos parlamentarios y una variable suma de mayorías que casi siempre ha pivotado en torno a las cuatro fuerzas que apoyaron la investidura de Uxue Barkos.

El acuerdo programático que Geroa Bai, EH Bildu, Podemos e I-E firmaron en julio de 2015 ha sido base de casi toda la actividad legislativa aprobada y ha servido de cohesión para los cuatro grupos, que salvo excepciones puntuales siempre han ido de la mano en los temas importantes. Y aunque la iniciativa ha partido casi siempre del Gobierno, que es quien cuenta con personal técnico para desarrollar las iniciativas normativas, lo ha hecho generalmente con consulta previa a los cuatro grupos y dando paso a un debate posterior en plenos y comisiones muy abierto a modificaciones.

El segundo elemento dinamizador de la actividad parlamentaria ha sido las sesiones de control al Gobierno, novedad principal en la presente legislatura. A diferencia de mandatos anteriores, en los que el gobierno esquivaba a los grupos de la oposición, el Ejecutivo actual se ha sometido al control de los grupos de forma quincenal y en sesiones exclusivas. Se han propiciado así intensos debates entre gobierno y oposición en una confrontación dialéctica breve, pero visual y mediática, sobre todo para los líderes de la oposición, que han disfrutado de una oportunidad que no tenían el resto de grupos en legislaturas anteriores. De esta forma, se ha duplicado el número de preguntas orales hasta las 1.578, frente a las 786 registradas entre 2011 y 2015. Ello ha tenido como efecto colateral un descenso del 28% en las peticiones de comparecencia en comisión, donde los miembros del Gobierno intervienen sin límite de tiempo y los debates se eternizan, lo que les resta repercusión pública.

Lo que a su vez ha derivado en la tercera causa de la mayor actividad parlamentaria. Los grupos de la oposición (UPN, PP y PSN) más habituados a la acción de gobierno, han optado por centrar su labor en las iniciativas de control, que han acaparado el 90% de su trabajo parlamentario. El resultado final ha sido una presencia constante del Gobierno en la Cámara dando cuenta de su labor en forma de pregunta oral, respuesta escrita o petición de información.

El Ejecutivo foral ha atendido así prácticamente el doble de información que el Ejecutivo anterior. Hasta 2.738 peticiones ha cursado la oposición, frente a las 1.474 de los cuatro años anteriores. Un incremento del 85,8% que ha exigido un esfuerzo adicional a los distintos departamentos, que generalmente han contestado en tiempo y forma a lo que se les pedía. Según detalló la propia presidenta Barkos en el Parlamento, 74% de las peticiones de información se han respondido en plazo o con un día de retraso, y el 91% en plazo o con entre dos y seis días de retraso. El resto con un plazo superior, pero salvo alguna excepción muy puntual, ninguna se ha quedado sin respuesta.

Barkos ha respondido 214 preguntas

La presidenta. Si alguien ha notado las sesiones de control ha sido Uxue Barkos. Entre septiembre de 2015 y marzo de 2019 la presidenta del Gobierno ha respondido en el Parlamento a 241 preguntas, la gran mayoría de los portavoces de UPN, PSN y PP en los cara a cara durante las sesiones de control. Algo inédito hasta ahora en Navarra. De hecho, Barkos ha cuadruplicado el número de preguntas registrada la pasada legislatura (52), y eso que casi todas las que iban dirigidas a Yolanda Barcina las respondían sus consejeros. El volumen total de iniciativas dirigidas a la presidenta también ha crecido considerablemente, de 165 con Barcina a 291 con Barkos.