BARCELONA. El expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont ha advertido este jueves de que sería preocupante que en la manifestación de la Diada organizada por la ANC pueda haber una "deriva antipolítica y antipartidos".

En una entrevista de El Punt Avui recogida por Europa Press, ha defendido que la Diada apela a todos los sectores del independentismo y ha lamentado que exconsellers de ERC como Anna Simó y Josep Huguet hayan anunciado que no irán a la manifestación del 11 de septiembre porque consideran que es "anti ERC" y son críticos con la línea de la ANC.

"Estamos a las puertas de una sentencia que será la más dura hecha nunca contra el independentismo democrático y nos deberíamos estar preparando para comportarnos como aliados y no como rivales. Nadie se tiene que sentir excluido", ha sostenido.

Puigdemont ha dicho que "no es una tragedia" que la ANC haya decidido que no habrá un espacio en la manifestación reservada para los políticos, pero que sí le preocupa que se convierta en una crítica a los partidos.

"No nos lo podemos permitir porque nos necesitamos todos. Y aprovecho para señalar que esta es una de las consecuencias de la teoría de la desunión. Todos aquellos que la han sembrado no se pueden sorprender con que ahora haya gente que haga lo mismo", ha añadido.

"MANDO ALIADO"

El expresidente del Govern ha reconocido que el independentismo está desunido y que es necesario corregirlo: "Estamos a tiempo de revertirlo, pero advierto de que si continuamos por aquí el Estado español habrá triunfado en neutralizar al independentismo. Y habrá sido por una falta de entendimiento entre nosotros".

En este sentido, ha apostado por que haya un "mando aliado" de los partidos independentistas que sirva para coordinar la acción del soberanismo y tomar decisiones importantes.

"Sin un mando aliado no se pueden tomar decisiones de envergadura para alcanzar los objetivos. Todo lo que se escape de esta lógica en las decisiones que afecten al país, que hasta ahora se ha escapado bastante, y se deja en manos de las ejecutivas de los partidos, en clave estrictamente de hegemonía partidista, es un gravísimo error", ha recriminado.

Asimismo, Puigdemont ha insistido en que "una de las claves para la unidad es que se rompan sectarismos, que se pueden enquistar en las cúpulas de algunos de los dirigentes, y que los lleven a actuar como aliados y no como rivales".

DIÁLOGO

Preguntado por si tiene esperanza de que haya diálogo con el Estado, ha avisado de que "la magia dice que el Estado español un día se avendrá a sentarse en una mesa para hablar un referéndum, pero la realidad dice el contrario".

Por eso, considera que desde otoño de 2017 no ha cambiado nada y, según él, el Estado no dialogará, por lo que pide abandonar esta vía: "Dos años después tenemos que ser justos y honestos y decir que no ha cambiado absolutamente nada. Y no hace falta insistir más en este camino porque no hay salida".