Bilbao - Las diferencias en el seno del independentismo catalán, lejos de solucionarse, parece que van a más a cada día que pasa. Con la celebración de la Diada en el horizonte cercano, se palpa el temor a una desmovilización en una jornada en la que tradicionalmente se exhibe músculo soberanista. Los partidos políticos y las entidades independentistas no discriminan a la hora de mostrar su desconfianza y cruzar reproches mutuos, y fruto de este caldo de cultivo tuvo lugar ayer un salto cualitativo en esta dinámica de confrontación. Las sedes del PDeCat y ERC en municipios como Tarragona, Terrassa, Balaguer (Lleida) y Gelida (Barcelona) amanecieron con bolsas de basura y excrementos en unas acciones que fueron reivindicadas por los Comitès de Defensa de la República (CDR).

Los CDR, vanguardia del independentismo en lo que a la acción directa y la confrontación se refiere, criticaron a los partidos a través de su cuenta oficial en Twitter y en carteles dejados en las mismas sedes por no trabajar lo suficiente “para hacer efectiva la independencia”. Y a la hora de llevar a cabo este reproche no cribaron entre formaciones políticas, pese a que ERC es el que más palos está recibiendo últimamente, por ejemplo con su abstención en la sesión de investidura de Pedro Sánchez “a cambio de nada”, censuraron dirigentes de JxCat.

En un mensaje publicado en la cuenta de Twitter CDR Catalunya, aseguran que “no trabajáis para hacer efectiva la independencia. Detenéis activistas. Pactáis con el 155. Menospreciáis los votos del pueblo. El pueblo manda y el Govern obedece. ¿Lo tenéis claro?”. Por su parte, en las pancartas dejadas en la entrada de las sedes junto a restos de basura se podían leer lemas como Basta renuncias 1-O, Mierda de partidos y Esta tierra no perdona a traidores. En Gelida, la acción del CDR local tuvo lugar ante la sede del Consell Comarcal del Alt Penedès, en protesta por el pacto de JxCat con el PSC, con una inscripción en la que se acusa a los posconvergentes de hacer “pactos vergonzosos con partidos del 155 por interés partidista. No trabajáis por la independencia ni respetáis el mandato del pueblo”.

También recriminaron al Govern que los Mossos llevaran a cabo la semana pasada varias detenciones de activistas a los que se ha acusado de presunta pertenencia a “grupo criminal”. Un panorama nada halagüeño, por tanto, de cara a la Diada del 11 de septiembre, y en la que las entidades organizadoras, ANC y Òmnium Cultural, también han sufrido críticas, al ser acusadas de conniventes con JxCat y ERC.

Veto a políticos La decisión de la ANC de vetar la presencia de políticos en una zona VIP de la Diada causó malestar y varios exconsellers de ERC ya han asegurado que no acudirán a la cita. El propio expresident Carles Puigdemont advirtió de una posible corriente de opinión contra los partidos, una suma de factores que, junto a la futura sentencia del procés, encarecerá una posible investidura de Pedro Sánchez.