Entre los testimonios que se recogerán en el documental 'Arg(h)itzen' está el de Jon Patxi Arratibel, Xafan, el etxarriarra que firmó su declaración con Aztnugal, laguntza al revés, una llamada de socorro y también su manera de expresar que las torturas que sufrió no consiguieron doblegarle del todo. "Veía que no podía aguantar mucho más sin firmar y pensé en hacerlo de otra manera, intentar engañarles y también para que no sirviera para incriminarme a mí ni a otras personas", recuerda Arratibel diez años después. Fue detenido en enero de 2011 acusado de formar parte de Ekin en una redada de la Guardia Civil que se saldó con seis detenidos. Cinco denunciaron torturas físicas y psicológicas. Sus relatos coincidían en que fueron objeto de "métodos de tortura como la bolsa o la momia con golpes por todo el cuerpo, simulacros de violación y de aplicar electrodos y constantes amenazas con la familia y amigos", según señala Arratibel.

De aquellos cinco días que pasó incomunicado en los calabozos de la Guardia Civil en Madrid, destaca el "trato cruel, inhumano y degradante que recibimos" y que llegó un momento en el que "quería perder el conocimiento y que pasara lo que tuviera que pasar. Pero cuando te ponen la bolsa y te estás ahogando, aunque tú no quieras, tu cuerpo lucha por respirar, por vivir y el sufrimiento se hace cada más inaguantable".

Lo cierto es que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos condenó al Estado español por no investigar su denuncia ni la de Xabier Beortegi. Hace unas semanas Estrasburgo ha emitido una sentencia parecida a Iñigo González Etayo .

El juez instructor del caso era Fernando Grande-Marlaska, en la actualidad ministro del Interior, a quien le notificaron que se habían producido torturas. Hace unos días, cinco detenidos de aquel operativo presentaron un escrito en el Registro del Ministerio del Interior en el que preguntan a Marlaska si conocía que les estaban torturando mientras estaba incomunicados. "Esta pregunta tiene dos respuestas posibles. Sí no lo sabía, su incompetencia es espectacular. Si lo sabía, se convierte como mínimo en cómplice", afirma Arratibel.

"El Comité para la Prevención de la Tortura dependiente del Consejo de Europa ha visto indicios de torturas. Fuimos torturados, con total impunidad, como miles de personas de Euskal Herria", destaca este etxarriarra. Al respecto, señala la importancia "de reconocer otra parte del relato. Hay víctimas de primera y de segunda". Además, considera que este paso al frente puede animar a más personas a contar sus experiencias.

RECONOCIMIENTO

Arratibel considera necesario el reconocimiento del daño causado. "Es importante hacer memoria y que el Estado reconozca que utilizó la tortura sistemáticamente con fines políticos contra la disidencia vasca. Pero no sé si llegará ese glorioso día", observa. Y es que en su opinión, ese reconocimiento conllevaría mucho de reparación. "Para que alguien te torture, tiene que haber un sistema montado; políticos que lo impulsan, gente como forenses y jueces que miran para otro lado y medios de comunicación que le dan forma", observa. "Hay un conglomerado de actores que posibilitan que se torture", añade.

Por otro lado, señala que es necesaria una investigación en Navarra en este sentido y recuerda que Euskal Memoria, en su estudio, contabiliza alrededor de un millar de personas torturadas en Navarra. De éstas, 149 son de Sakana. "Necesitamos urgentemente un estudio similar al de la CAV, en Navarra. Tenemos que sacar a la luz esta realidad, esta consecuencia del conflicto. Es imprescindible mirar atrás y poner todo el sufrimiento que ha habido encima de la misma mesa, si realmente queremos avanzar", afirma.