Todos los grupos del Parlamento de Navarra coincidieron este jueves en reprochar la actitud de Navarra Suma con el caso Davalor. La derecha llevó al pleno del Parlamento foral una moción que instaba al Gobierno a “personarse como acusación particular en calidad de perjudicado” en la causa abierta contra el exconsejero Manu Ayerdi por los fallidos préstamos concedidos a esta empresa, pese a saber que su iniciativa estaba abocada al fracaso.

La resolución decayó con los votos en contra de PSN, Geroa Bai, Podemos e I-E y la abstención de EH Bildu, después de un debate entre críticas generalizadas a la derecha.

Inma Jurío (PSN) subrayó que Navarra Suma defendió esta moción “para hacer daño y confrontar”, y tildó de “sucio” su proceder.

Blanca Régulez (Geroa Bai) preguntó a Navarra Suma “hasta cuándo van a seguir estirando este chicle”, después de haber “violado el principio de presunción de inocencia” de Ayerdi, y “dónde estaba el interés público de UPN cuando gobernaba y Sodena tenía pérdidas muy superiores a los 2,6 millones de los préstamos que se concedieron a Davalor”.

Bakartxo Ruiz (EH Bildu) señaló que “a Navarra Suma le pueden las ganas de enredar y echar un pulso al Gobierno” y, aunque recordó que su grupo fue muy crítico con los préstamos a Davalor, dijo que “la moción está cargada de oportunismo y cinismo” y que no van a “entrar al juego” porque “tiene un objetivo exclusivamente político”.

Marisa de Simón (I-E) vio en esta moción un “auténtico despropósito”, ya que “lo que quieren organizar es una caza de brujas”, mientras que Mikel Buil (Podemos) se limitó a expresar su rechazo a la moción.

En su intervención, Juan Luis Sánchez de Muniain (Navarra Suma) asumió desde un principio el fracaso de la moción y reconoció que su objetivo era “comprobar cuáles son las justificaciones” de cada grupo.

“Es incomprensible que el propio Gobierno vuelva a mirar para otro lado y evite personarse en un asunto que ha supuesto una pérdida de cuatro millones de euros en las arcas forales”, añadió Muniáin, engordando una cifra que en realidad se quedó en 2,6 millones.