La ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD), primer partido de la oposición en el Bundestag, celebrará durante el fin de semana un congreso nacional en el que posiblemente apueste por vincular inmigración y salida de la pandemia con el fin de recuperar algún voto.

El partido no se está beneficiando de la continua pérdida de popularidad en las encuestas del bloque conservador de la canciller, Angela Merkel, tras los malos resultados en dos elecciones regionales y el escándalo revelado por negocios con mascarillas sanitarias en sus filas.

En el estado federado de Baden-Württemberg, la AfD cayó 5,4 puntos, hasta el 9,7% de votos, y en Renania-Palatinado perdió el 8,3%.

El experto en extremismo y populismo ultraderechista Alexander Häusler consideró que la pandemia del coronavirus posiblemente inició el fin de la “ronda de éxitos sin precedentes” de AfD, que en los ocho años desde su fundación logró entrar en los 16 parlamentos regionales y el Bundestag. Además la cuestión de los refugiados “forma parte del ADN de AfD”, aseguró, y agregó que estos “típicos temas” atribuibles a la formación ultraderechista, como la migración y el islam como la imagen del enemigo, ya no pueden ser explotados por el partido, porque pasaron a segundo plano.

De ahí el intento de AfD de ponerse al frente de los movimientos de protesta contra las restricciones anticovid, formados por una “extraña mezcla” de negacionistas, conspiranoicos y ultraderechistas, lo que no le dado el éxito esperado, apuntó.

Por eso, de cara al congreso nacional de este fin de semana en Dresde, se dibuja un “nuevo tema” propagandístico, la vinculación de la salida de la crisis de la pandemia con el tema de la inmigración, es decir, la idea de “primero los alemanes” y “ningún dinero para la UE”.