María Chivite ha defendido hoy una vía navarra en la desescalada que se abre con el fin del Estado de Alarma del próximo domingo. Un escenario anunciado hace meses, pero que ha pillado a las administraciones públicas de improvisto, sin un marco legal que determine las medidas aplicables y a la espera de que los tribunales de justicia autonómicos dictaminen qué se puede hacer y qué no, posiblemente en muchos casos de forma contradictoria.

La presidenta prevé en Navarra "una desescalada prudente, progresiva, lenta y segura". En una entrevista en la Cadena Ser, que ha emitido hoy su programa de prime time desde Pamplona, Chivite se ha mostrado optimista, ha puesto en valor el proceso de vacunación, considera que la situación ya no es de riesgo extremo y confía en contar con el apoyo de los tribunales a las medidas que se planteen a partir de ahora. "Las comunidades tienen suficientes instrumentos para adoptar medidas ante la pandemia", ha argumentado.

Una lectura quizá coherente con la realidad en Navarra, donde el TSJN ha venido validando los decretos del Gobierno foral, pero que resulta excesivamente positiva si se tiene en cuenta los problemas que han encontrado otras comunidades para aplicar medidas aprobadas en Navarra -el cierre de la hostelería no ha sido posible en la CAV-.

Queda por ver todavía qué decisión toma la Justicia en Navarra respecto al toque de queda, que el Ejecutivo autonómico quiere mantener más allá del domingo sin el paraguas de la legislación excepcional. La posición de los tribunales en una cuestión que afecta a los derechos fundamentales va a determinar en buena medida el margen de actuación para los próximos meses, con el virus todavía circulando y la población cansada tras más de un año de severas restricciones.

La situación del PSOE

La lectura de Chivite lleva implícito un apoyo claro a la gestión del Gobierno central, foco de las críticas de algunos gobiernos autonómicos en los últimos días. El Ejecutivo de Pedro Sánchez ha rechazado mantener un Estado de Alarma que hubiera tenido que prorrogar en medio de la campaña electoral en Madrid, donde se ha observado claramente el malestar social latente con las restricciones de movilidad y el cierre de la hostelería.

Sánchez no ha querido asumir ese desgaste, y ha optado porque sean las comunidades autónomas y los tribunales de justicia quienes marquen ahora el terreno de juego por la vía de los hechos. Una dejación de funciones que ha aumentado la incertidumbre y la confusión, y en la que han colaborado los propios gobiernos autonómicos dejando para el final el nuevo escenario. A dos días de que concluya el Estado de Alarma los ciudadanos no saben a qué atenerse.

Comienza así una nueva etapa en la gestión de la pandemia, con el Gobierno central ausente y con las primeras dudas en torno al liderazgo de Pedro Sánchez, que afronta ahora una batalla interna en Andalucía contra Susana Díaz que puede volver a tensionar las estructuras del PSOE. Tras dos años de silencio, surgen las primeras voces críticas con el líder del partido. Todavía son pocas, pero irán a más si a la derrota de Madrid se le suman las primarias en Andalucía.

No ha querido entrar en ese debate Chivite, que tampoco quiere profundizar en los malos resultados de su partido en la capital. "El contexto es otro, los resultados no son extrapolables", ha justificado la presidenta, que hasta ahora ha optado por un perfil bajo para evitar la contradicción de intereses que en ocasiones le supone su responsabilidad institucional y el cargo como secretaria general del PSN.

Pero que va a requerir una posición clara en los próximos meses. Navarra tiene pendiente renovar el Convenio Económico, debe disputar el reparto de los fondos europeos con el resto de comunidades y necesita una voz propia en el debate territorial que se va a abrir a partir de ahora en el Estado, con el modelo neoliberal y centralista de Ayuso desatado. Intereses que el Gobierno foral deberá defender de forma firme y pública, aunque ello implique confrontar con los intereses políticos y territoriales de un PSOE debilitado por sus malos resultados en Madrid.