El presidente de la Junta de Castilla y León y candidato del PP a la reelección, Alfonso Fernández Mañueco, ha dicho este domingo que está "muy satisfecho con el resultado" obtenido en las elecciones, aunque con 31 escaños -dos más que en 2019-, ha asumido que tendrá que "dialogar con todos", en referencia a Vox (13), ya que es la única suma que le valdría para gobernar. La formación ultraderechista ya le ha advertido que su apoyo no será gratis.

"Voy a dialogar con todos, para formar un gobierno de todos y para todos", ha resumido en su primera comparecencia ante los medios de comunicación en Salamanca, desde donde ha seguido la jornada.

Fernández Mañueco ha asegurado que en estos comicios ha recibido "un mandato claro" por parte de los votantes, que "gobierne por todos y para todos", por lo que ha anunciado que iniciará la próxima semana conversaciones con todos los grupos políticos con representación parlamentaria, en primer lugar, con los que más parlamentarios han obtenido.

Ante cargos del PP, militantes y simpatizantes, ha reconocido que los castellanos y leoneses han dado a su partido "un respaldo mayoritario para gobernar" y ha explicado que ha entendido el mensaje.

Así, ha anunciado que quiere alcanzar acuerdos "para formar un Gobierno eficaz, estable" y sin "la amenaza constante y permanente de mociones de censura".

"Quiero tener un Gobierno que lidere el futuro de esta tierra, que afronte los grandes retos que tenemos, que apueste por la recuperación económica, por hacer ciudades modernas, que tenga en cuenta al medio rural, que apueste por la salud y bienestar de las personas y por el cuidado de los mayores, además de generar empleo a los jóvenes", ha explicado.

Al mismo tiempo que ha agradecido el respaldo obtenido, del que ha afirmado sentirse "muy satisfecho", Fernández Mañueco también ha afirmado que quiere un Gobierno "fuerte" para "hacer crecer esta tierra, para fortalecer estabilidad a esta tierra", además de que Castilla y León sirva para "ayudar a crecer a España" y a dar "estabilidad a España".

"Gracias a todos. Gracias a todo el PP. Gracias al presidente nacional de nuestro partido, Pablo Casado. Porque hemos demostrado lo que somos, un gran partido, el partido de esta tierra. Tenemos que repetirlo por todos los lugares", ha señalado.

Alfonso Fernández Mañueco, interrumpido en varias ocasiones por los aplausos de los afiliados y simpatizantes, ha asegurado que "el futuro ha ganado las elecciones", por lo que "espera un nuevo futuro para esta tierra", después de haber convocado unas elecciones "para que el futuro de Castilla y León no se decidiera en los despachos al marchen de los castellanos y leoneses".

También ha hecho referencia a la participación de estas elecciones, que ha sido del 63,43 por ciento, un dato que es "ejemplar y excepcional", por ser similar al obtenido en 2019, lo que demuestra que el PP "ha estado a la altura de las circunstancias".

Vox no dará gratis su apoyo

Vox tiene la llave tras la debacle de Cs, que solo ha obtenido un escaño frente a los 12 de los comicios de 2019. Los 13 escaños conseguidos pueden llevar al partido de Santiago Abascal a entrar por primera vez en un Gobierno y son anticipo de sus objetivos para ser decisivos también en Andalucía cuando se convoquen elecciones e incluso en los próximos comicios generales al Palacio de la Moncloa.

Con el hasta ahora desconocido Juan García-Gallardo como candidato, el partido de ultraderecha ha conseguido pasar del único escaño logrado en las autonómicas de 2019 a los 13 procuradores (del 5,49 por ciento del voto al 17,63 por ciento, con el 98 por ciento escrutado). Y lo que es más importante, ha logrado que su 'sí' en la investidura sea imprescindible para que Mañueco revalide como presidente de la Junta.

Tras el recuento Abascal ya ha dejado claro que exigirán formar parte del próximo Ejecutivo. "Qué cara de vicepresidente se le está poniendo a Juan García-Gallardo", ha proclamado nada más comenzar su alocución ante sus seguidores.

Lo que Vox sí que había asegurado era que su apoyo no sería "gratis" y que además elevaría el nivel de exigencia para evitar "traiciones" como las que denuncia haber sufrido por parte del PP en otros lugares, como Andalucía o el Ayuntamiento de Madrid.

Sería la primera vez que Vox entrara a formar parte de un Gobierno y se enfrentara a la gestión real, dejando atrás los pactos de investidura sellados hasta la fecha que le han permitido forzar la implantación de algunas de sus medidas a la vez que mantienen una voz de oposición.

Es lo que ha pasado por ejemplo en Andalucía, donde tras firmar un acuerdo de investidura y apoyar dos Presupuestos --que incluían alguna de sus exigencias--, han pasado a votar en contra de las últimas cuentas públicas y pedir insistentemente al presidente Juan Manuel Moreno que adelante las elecciones.

"Gran gesta"

"Esta gesta de Castilla y León es una gran gesta para Vox y acabará siendo una gran gesta para España", dijo García-Gallardo tras conocer los resultados. "Hemos sembrado y pronto veremos germinar la semilla sembrada en todos los lugares de España", apuntó su diputado nacional por Valladolid, Pablo Sáez:.

La relación entre Santiago Abascal y el líder del PP, Pablo Casado, está rota desde la fallida moción de censura de octubre de 2020, pero aunque el presidente de Vox reconoció que le dolió personalmente el duro discurso de Casado, siempre ha asegurado que la política está por encima y eso no será determinante para los acuerdos políticos a los que tengan que llegar.

De hecho, Abascal ya ha hecho hincapié este domingo en que su objetivo es convertirse en "la mejor alternativa política" y "la de más utilidad" para "expulsar" a Pedro Sánchez del Palacio de la Moncloa.

De momento, ha avisado al Partido Popular de que los ciudadanos de Castilla y León "han hablado" y Vox exige "respeto al veredicto del pueblo soberano". "Vox tiene derecho y deber de formar Gobierno en Castilla y León", ha reivindicado.

Para la negociación, ha adelantado que Vox no exigirá "ni más ni menos" de lo que le corresponde en función del apoyo obtenido en las urnas. Y en la mesa de negociación estarán sus prioridades de campaña --reindustrialización, campo, agricultura y ganadería y un futuro para los jóvenes en la región--, pero también las reivindicaciones de la España Vaciada.