PAMPLONA. La asociación de amas de casa, consumidoras y usuarias Santa María la Real, que tras la reciente celebración de su 50º aniversario ha puesto fin a la dilatada trayectoria de su delegación de Pamplona, ha decidido donar el piso que albergaba su sede en la calle Estafeta, al fondo foral de vivienda social del Gobierno de Navarra.

Este programa de vivienda de integración social cuenta actualmente ya con 125 viviendas de titularidad pública, cuya gestión del alquiler está cedida a distintas entidades colaboradoras que, por medio del acceso a una vivienda normalizada, colaboran en la atención a personas que se encuentran en una situación de riesgo de exclusión social por pérdida habitual de su hogar y precisen del amparo público, ha destacado el Gobierno navarro en un comunicado.

El vicepresidente de Derechos Sociales, Miguel Laparra, ha recibido este lunes, en su despacho del Palacio de Navarra, a varias representantes de Santa María la Real, quienes le han hecho una entrega simbólica de las llaves de la que ha sido hasta ahora sede de esta asociación de amas de casa, cuyos estatutos explicitaban que, en caso de disolución, el patrimonio de esta entidad, tanto inmobiliario como sus fondos en líquido, iría destinado a fines sociales.

En el encuentro, también han participado representantes de Cruz Roja y Proyecto Hombre, entidades benefactoras, a su vez, de sendas donaciones económicas que se derivan de la liquidación de cuentas de la asociación Santa María la Real, que también ha destinado una parte de esta cantidad a Cáritas.

Laparra ha agradecido "el gesto y la sensibilidad social" que ha mostrado esta asociación por su decisión de, en lugar de enajenar su piso en el mercado, donárselo al programa que el Gobierno Navarra puso en marcha a partir de 2015, a través de la sociedad pública de vivienda Nasuvinsa. El objetivo es "dar respuesta a la distintos colectivos y personas en riesgo de exclusión social que, dentro de su proceso de inserción, necesitan provisionalmente una vivienda como medio básico para normalizar su vida, afianzar su autonomía personal y adaptarse a la convivencia en sociedad, entre otros objetivos de integración", ha resaltado el Ejecutivo.

UNA SEGUNDA VIVIENDA PARA PERSONAS SIN HOGAR

Además de este piso de la calle Estafeta que se incorpora al fondo foral de vivienda social, la sociedad Nasuvinsa acaba de concertar con la fundación Xilema una segunda vivienda, en vista de los satisfactorios resultados obtenidos en una primera experiencia, que irá destinada al programa Housing First de atención e integración social de personas sin hogar.

El Fondo Foral de Vivienda Social tiene actualmente adscritas -incluido el piso donado por la asociación- un total de 125 viviendas, cuyo alquiler está gestionado por la sociedad pública Nasuvinsa, en colaboración con 14 entidades sin ánimo de lucro -declaradas de interés social en la Comunidad Foral-, con el Equipo de Incorporación Social en la Vivienda (EISOVI) y con los servicios sociales de base de distintos municipios.

Entre las entidades que colaboran con el programa de vivienda de integración social del Gobierno foral, en la gestión del alquiler del más del centenar de viviendas de Nasuvinsa adscritas a este fondo, se encuentran: Cruz Roja, la comisión de ayuda al refugiado CEAR, las fundaciones Xilema, Ilundáin, París 365 y Santa Lucía; las asociaciones ANFAS, clínica psiquiátrica Padre Menni, Síndrome Down y Anasaps; la asociación de atención a mujeres en riesgo de exclusión Itxaropen Gune, el centro de desintoxiación Antox y Cáritas.