pamplona - La privación de libertad es la pena más habitual para castigar los delitos graves. Pero, a veces, esa condena lleva aparejada otra añadida cuando, además, el preso se encuentra en una cárcel lejos de su lugar de origen. Esta situación la viven en la actualidad ocho navarros -todos reclusos comunes- que se encuentran en prisiones del extranjero, de un total de 961 en el conjunto de Estado. Según los datos que maneja Fundación +34, el número de navarros en esta situación se ha duplicado en los dos últimos años. Así, a principios de 2017, había un total de cuatro navarros en prisiones extranjeras y, en la actualidad, son ocho. En el conjunto del Estado, la evolución es inversa ya que hace dos años, el número de presos en el extranjero era de 1.328, por lo que se ha conseguido reducir en 367, llegando a los 961 de la actualidad. En concreto, tres de los reos navarros se encuentran en prisiones de Perú; dos en Marruecos; uno en Ecuador; uno en Portugal; y otro en Reino Unido.

En cuanto a las causas de las detenciones, el director de la Fundación +34, Javier Casado, explicó a este periódico que en su mayoría son encarcelados por delitos relacionados con el tráfico de drogas. Su situación, por lo general, es “muy precaria” -sobre todo, en el ámbito sanitario y temas de higiene-, en especial la de los que se encuentran en prisiones fuera de la Unión Europea.

Ante esta tesitura, Fundación +34 da asistencia y cobertura a los presos del Estado en centros penitenciarios del extranjero, así como a sus familias. Sobre su situación, Casado esperó que los tres navarros que están en Perú puedan ser extraditados “dentro de poco”: “En los próximos meses están previstos cuatro vuelos en los que vendrán más de tres cuartas partes de los españoles que están en Perú”.

Asesoramiento y asistencia El trabajo de la fundación se desarrolla a tres niveles: asesoramiento, mejorar la calidad de vida de los presos y trabajar en su reinserción una vez salen de prisión. “El asesoramiento a las familias es una de las primeras tareas que realizamos. Dependiendo del país y de la situación de cada preso, enviar comida o hacer una visita puede ser complicado y peligroso”, señaló Casado. En cuanto a la asistencia a los reos, el director destacó las condiciones “infrahumanas” que se viven en muchas cárceles. “Casi todos los presos tienen problemas de salud porque las condiciones sanitarias son pésimas. Tenemos un equipo médico de voluntarios que viajan por los países atendiendo a los encarcelados”, explicó. Por último, una vez salen de prisión, la fundación se encarga de que su integración en la sociedad sea “rápida, fácil y cómoda”.

crisis y narcotráfico El número de personas en esta situación creció exponencialmente con la llegada de la crisis, llegando a ser 2.568 los encarcelados en el extranjero. La mala situación económica de muchas familias, comentó Casado, empujó a las mafias del narcotráfico a aprovecharse de mucha gente ofreciéndoles grandes cantidades de dinero a cambio de traer droga a Europa. “Hemos tenido gente que venía en manada con droga. Pero de cada grupo, las mafias suelen marcar a uno para que pillen a ese y el resto puedan pasar. Hemos atendido muchos casos así”, explicó.

País en el que están encarcelados

Perú3

Marruecos2

Ecuador1

Portugal1

Reino Unido1

‘Modus operandi’. La gran mayoría de presos en el extranjero lo están por tráfico de drogas. Según Javier Casado, la manera más habitual de que las mafias del narcotráfico capten a estas personas es a través de las sentencias judiciales de desahucios. “Siempre viene la dirección del domicilio. Lo que hacen es pasarse por la zona e intentar obtener información sobre estas personas. Cuando saben que pasan por una mala situación se ponen en contacto para ofrecerles un negocio con el que ganar dinero”, aseguró.

Estafas telefónicas. Inmediatamente después de las detenciones, el presidente de Fundación +34 apuntó que es habitual que la familia del preso reciba la llamada de un supuesto abogado que a cambio de una suma de dinero asegura que puede liberar al reo. “Nosotros aconsejamos a las familias que no hagan caso, porque suelen ser las propias mafias quienes hacen esa llamada”, aclaró.