PAMPLONA. La Policía Foral ha detenido a un varón de 43 años de nacionalidad búlgara por un delito contra la seguridad del tráfico. Después de realizar la prueba de alcohol indiciaria, en la que arrojó una tasa de 0,78 mg/l, se negó a realizar el resto de las pruebas legalmente establecidas. En ese momento intentó huir de los agentes, forcejeó con ellos y se resistió a ser detenido.

Además de ser investigado por un presunto delito de atentado a agente de la autoridad, se le investiga por un delito contra la seguridad vial por negativa a realizar las pruebas de alcoholemia. Tiene 27 antecedentes relacionados.

Patrullas de la Policía Foral con destino en las diferentes comisarías territoriales, además de dicha detención, han investigado además a otras 19 como presuntas autoras de distintos delitos contra la seguridad vial. En el mismo periodo del 2018 se detuvieron a 4 personas, lo que implica un descenso del 75% y se investigaron a 12, lo que constituye un aumento del 58%.

Como en meses anteriores el mayor número de intervenciones se han realizado en localidades de la Merindad de Pamplona (7) y de la zona de la Ribera (5). El resto ocurrieron en poblaciones de la Zona Media (3) y Zona Norte (4), según ha informado la Policía Foral.

En cuanto a los tipos de infracciones, casi la mitad de los casos (8) son por conductores que circulaban influenciados por la ingesta de bebidas alcohólicas, seguidos de aquellos que conducían con una pérdida de vigencia en su permiso (4).

El resto son por haber sido privado cautelarmente del permiso (3 casos), por haber perdido la totalidad de los puntos (2 casos) y por conducir sin haber obtenido nunca la autorización (2 casos).

CONTROLES DE VELOCIDAD.

Dentro de los controles de vigilancia de velocidad que la Policía Foral va a establecer con motivo de las próximas vacaciones de Semana Santa, uno de los dispositivos que se va a emplear son los radares en cascada. Este sistema consiste en colocar un vehículo radar en un punto determinado con una patrulla adelantada que notifica la infracción y, unos kilómetros más adelante, otro cinemómetro con otra patrulla de notificadores.

Los objetivos, ha indicado la Policía Foral, son evitar accidentes por exceso de velocidad, concienciar al conductor de que hay que respetar los límites legales de velocidad y a la vez intentar eliminar la sensación que pueda tener de que una vez ha pasado un radar no va a encontrarse con otro, pudiendo correr a mayor velocidad, como indica el fiscal de Seguridad Vial de Navarra en una circular enviada a la Policía Foral en la que indica que "no debe impulsarse la cultura de que pasado el radar se pueden infringir los límites legales de velocidad".

El pasado lunes mediante este sistema se detectó a un vehículo circulando por encima de los límites de velocidad establecidos en dos puntos de la AP-15. Un radar se colocó al norte del peaje de Marcilla y otro al sur, apoyados por dos patrullas que notificaban la infracción.

Además un vehículo fue detectado el pasado viernes circulando por la AP15 a 199 km/h provocando situaciones de peligro debido al gran volumen de tráfico que soportaba la vía en ese momento y durante esta mañana otro vehículo ha sido sorprendido circulando por la misma vía a 189 km/h, ha expuesto la Policía Foral.