pamplona- Óscar Patricio Mate, histórico activista internacionalista, recibió ayer la última despedida de quienes fueron sus compañeros de lucha de toda una vida. De origen chileno, Mateluna encontró en Pamplona una segunda casa, después de que la dictadura de Augusto Pinochet le condenara al exilio. En la plaza de Santa Ana y ante la atenta mirada de unas doscientas personas, un aurresku simbolizó el cariño de todos los presentes y el amor por la cultura y la lengua vasca, tan cuidadas y queridas por Mate como si fueran suyas desde siempre.

Óscar Patricio Mateluna nació en Chile en 1944. Formado en Ciencias Exactas, pronto comenzó su actividad política en el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), llegando a participar en el gobierno de Salvador Allende. El golpe de Estado de Pinochet, que derrocó el ejecutivo socialista, supuso también su marcha obligada al exilio. Tras pasar por Barcelona, Mate recaló finalmente en Pamplona, donde falleció el pasado día 21 a la edad de 75 años. En la capital navarra, Mateluna desarrolló su actividad política dentro del movimiento internacionalista, siendo una de las personas que participaron en la fundación del colectivo Askapena y uno de los promotores del bar Malembe en la calle Nueva, foco de la cultura alternativa en la ciudad.

El homenaje de ayer fue para la organización “un reconocimiento a todos los valores que nos trasmitió Mate, los de la lucha contra cualquier injusticia en cualquier lugar del mundo”.

Durante el acto intervinieron distintas personas, camaradas de militancia, que realizaron una semblanza de su vida, desde un militante del MIR hasta compañeros de Askapena, un recorrido de su trabajo por los derechos de todos los pueblos, cerrado por una interpretación de música indígena mapuche, por los que Mate sentía un afecto profundo. - I. Zozaya.