pitillas/Beire - La furia del río Cidacos fue dejando ayer a su paso un reguero de desperfectos, no sólo en Tafalla y Olite (las zonas más afectadas), sino también en otros municipios y concejos situados más al sur, que también sufrieron los efectos de la crecida del cauce. En Beire y Pitillas hubo que evacuar a varias familias y algunas huertas y cultivos quedaron completamente anegados.

En Pitillas “medio pueblo se quedó incomunicado y sin luz”. Tal y como revelaba ayer el alcalde, Pedro Labari, la noche fue “muy larga. El agua ha llegado a la parte baja de algunas viviendas que están a la altura del río, a las cuatro de la mañana la tromba nos sorprendió de repente y fue todo muy rápido, hay gente mayor en el pueblo que pasó mucho miedo”, confesaba. Hubo que evacuar a 8 personas en la parte más baja del municipio, la que mayor peligro corrió y donde vive más de la mitad de la población. “Ha quedado todo embarrado y están ahora los bomberos sacando agua”, decía ayer, preocupado.

En algunas casas dio tiempo a que los vecinos trasladaran los objetos de valor y aunque no ha habido que lamentar daños personales, el primer edil aseguraba que no recuerda una situación similar. “Hace 50 años, cuando yo tenía 8, hubo una gran riada, pero como ésta, ninguna. Nos hemos quedado toda la noche incomunicados, el agua ha rodeado al pueblo por completo y hemos quedado aislados y sin electricidad”.

Después de abrir las puertas del Ayuntamiento para que los vecinos puedan disponer de asesoramiento, inciden en que hoy celebrarán una reunión (también con otros alcaldes de municipios afectados de la zona) con la delegación de Gobierno para valorar los pasos a seguir y tratar de declarar, al igual que en Tafalla, zona catastrófica.

Lo mismo sucedió en Beire, donde las huertas de ocio quedaron totalmente anegadas. “El agua no ha pasado a la calle y a las casas en el pueblo, pero en la zona de las huertas, a un kilómetro del casco urbano, alcanzó el metro de altura”, explicaba ayer la alcaldesa, Ainara González. Los bomberos tuvieron que evacuar a seis personas, familias que se encontraban en ese espacio y a las que sorprendió la tromba. “Algunos vehículos quedaron en el agua, que les llegaba por las rodillas. Tuvieron que quedarse hasta las doce de la noche sin poder salir”.

Algunas personas, señalaba González, se ofrecieron a colaborar y abrieron las puertas de sus casas para dar cobijo a los afectados. “El bar del pueblo dio de cenar a la gente que había quedado atrapada y la gente está colaborando para limpiar y sacar la maleza, se han portado estupendamente y es de agradecer. Nosotros valoramos la posibilidad de abrir las escuelas o el centro cultural para ofrecer un techo a las familias, también el Casino ofreció la sociedad para dar cenas, pero al final no fue necesario”.

En la zona del puente hubo algún desprendimiento, también de algunos barrancos y hundimientos. “Algunas raíces de árboles han quedado al descubierto, de momento no podemos limpiar el río sin permiso de la CHE. A ver que pasa en la reunión y valoraremos qué hacer, todavía no se han cuantificado los daños”.

El desastre no llegó hasta Caparroso y ya en Murillo el Cuende las afecciones fueron algo menores, aunque sí se notaron sobre todo en caminos y cosechas. “Ya no queda agua y ha pasado lo peor”, señalaba el presidente del concejo, Arcangel Azpíroz, ayer por la mañana. “Fue muy de repente y los daños han sido en zona agrícola, el pueblo está en la parte más alta”.

ribera alta En los municipios de la Ribera Alta también llovió con furia, incluso llegó a granizar, pero sin causar grandes desperfectos. En Andosilla, por ejemplo, tal y como apuntaba el alcalde Javier Sanz, algunas calles se anegaron pero ya han vuelto a la normalidad. De hecho, ayer mismo retiraron piedras y ramajes del la travesía principal. Además, también ha habido algún desperfecto en la zona de las piscinas y una rama ha dañado algunas tumbas en el cementerio.

Por su parte, en San Adrián, las calles de los alrededores del cuartel de la Guardia Civil, así como la zona de la Casa Consistorial, se inundaron debido al nivel freático, y en otras poblaciones como Azagra, Falces o Peralta no hubo incidentes destacables.

Desde Peralta informaban, eso si, de que, tras las inundaciones sufridas en Tafalla, el Ayuntamiento envió allí un grupo de la brigada municipal para colaborar en las tareas de limpieza, y desde la asociación Azkoiengo Gazteria hicieron un llamamiento a la población para organizar un grupo de voluntarios para acudir también allí a ayudar.