PAMPLONa - La Asociación de víctimas de abusos en centros religiosos de Navarra se mostró ayer esperanzada con que se den pasos adelante en el Parlamento de Navarra para escuchar sus vivencias y dar forma a sus reivindicaciones, muchas de las cuales exigen una implicación importante de instituciones como el Arzobispado o ciertas órdenes religiosas que hasta el momento apenas han movido un dedo por los problemas que les afectan de pleno. “Estamos esperanzados con sus palabras”, admitió ayer el estellés Jesús Zudaire, presidente de la Asociación y que fue víctima de abusos en el Colegio El Puy por parte del director del centro durante los años 60. “Creemos que las palabras de la presidenta van por el camino oportuno y las valoramos positivamente como no podía ser de otra forma, y esperamos también que se traduzcan pronto en hechos”. Cuestionado acerca del ofrecimiento que realiza el Gobierno para ejercer de interlocutor ante la Iglesia, o en la sede judicial, Zudaire manifestó que “valoramos muy positivamente poder tener un asesoramiento legal, un acompañamiento de ese tipo, y por la actitud que ha mantenido hasta ahora con nosotros somos bastante reticentes en cuanto a la interlocución que pueda ejercer con la Iglesia, porque hasta ahora su actitud ha sido negativa y nada dispuesta a afrontar este asunto. Creemos que es obligación del Arzobispado escucharnos y colaborar con la investigación que se ponga en marcha”.

Con la mente puesta en las próximas comparecencias que les citarán en el Parlamento, Zudaire expuso que el objetivo de la asociación no es otro que batallar para que no prescriban delitos como los abusos a niños y que dicho debate llegue hasta el Congreso de los Diputados. “Los delitos prescriben, pero las secuelas quedan para toda la vida”. Del mismo modo, expresó que esperan una “reparación por parte de la Iglesia y entendemos que sí son responsables de aquellos delitos que se han producido por religiosos que pertenecen a órdenes concretas, aunque la Diócesis diga que no tiene competencias sobre ellas. Estamos dispuestos incluso a llegar al Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo para que nos escuchen. Así que esperemos que este sea el comienzo de un largo camino”. - E.C.