pamplona - Una de cada tres unidades familiares perceptoras de renta garantizada en Navarra logró que alguno de sus miembros accediera al mercado laboral en el último año, gracias a los estímulos al empleo que impulsa este programa de protección social del Departamento de Derechos Sociales del Gobierno foral. Mientras el número de familias perceptoras de renta garantizada descendió en casi 300 en un año, entre 2018 y 2019, el número de unidades familias que han logrado trabajar y hacer compatibles los ingresos de esta renta social con los del empleo aumentó un 35,6%, según recoge el informe correspondiente al año 2019 que se está cerrando estos días.

Estos datos, según indican desde el departamento que dirige Carmen Maeztu, "evidencian que la renta garantizada sigue siendo un instrumento válido y eficaz frente a la protección social de las situaciones de mayor vulnerabilidad". Y añaden las mismas fuentes que, "en el último año, desciende el número de unidades familiares que percibe la renta garantizada y se afianza la tendencia a compatibilizarla con trabajo".

A falta de cerrar el informe 2019, los datos recogidos indican que, de las 15.712 unidades familiares que a lo largo de 2019 pasaron por el sistema de renta garantizada en Navarra, en un total de 5.586 hogares, es decir en una de cada tres familias (36,6%), alguno de sus miembros logró un empleo, lo que representa un incremento del 1,3% respecto al año anterior, cuando hubo 16.078 unidades familiares perceptoras de renta garantizada y de ellas en 5.672 algún miembro logró trabajar (un 35,3%).

Los mismos datos solicitados al Departamento de Derechos Sociales, ponen de manifiesto que en el último año 6.941 personas en edad laboral perceptoras de la renta garantizada fueron contratadas para algún trabajo, lo que supone un total de 21.708 contratos (una media de 3,13 contratos laborales por persona). Comparando con 2016 significa un crecimiento en el número de personas contratadas del 23.5%.

descienden los perceptores El número de unidades familiares que compatibilizaron la renta garantizada con trabajo sigue aumentando porcentualmente, reitera Derechos Sociales. En 2019, de las 15.712 familias perceptoras de renta garantizada, además de las 5.586 que contaron con algún ingreso por haber logrado un trabajo, hay otras 4.735 (un 30,1%) que pudieron ampliar sus ingresos con otras prestaciones (en su mayoría percepciones por desempleo o pensiones) y un total de 256, con otros ingresos (1,6%).

Respecto a los ingresos económicos por empleo, los datos de Derechos Sociales reflejan una tendencia ascendente desde la implantación del sistema de renta garantizada. Así en 2016, el porcentaje de unidades familiares que compaginaron renta garantizada (entonces la antigua renta de inclusión social- RIS) con contratos laborales fue del 20,1%. Aquel año había 14.540 unidades familiares perceptoras y 2.928 lograron que alguno de sus miembros tuviera algún tipo de contrato laboral. Un año después, en 2017, un total de 15.918 familias recibieron renta garantizada y de ellas, en 4.498 (un 28,3%) alguno de sus miembros tuvo algún contrato laboral lo que les permitió aumentar los ingresos. En 2018, como queda dicho, el número de familias perceptoras de renta garantizada ascendió a 16.078 y aumentaron, un 35,3%, (5.672), las familias que formalizaron algún contrato laboral compatibilizando ambos ingresos.

Los datos reflejan una tendencia descendente, por contra, en el número de familias que han podido compatibilizar la renta garantizada con otras prestaciones que no sean las laborales citadas sino que en su mayoría se refieren a las ayudas por desempleo o pensiones . Así, los porcentajes entre 2016 y 2019 fueron del 34,3% (en 2016 respecto a 2015), del 32,3% un año después; del 30,9% en 2018 y del 30,1% en 2019.

aumentan los contratos La evolución de los contratos de trabajo logrados por perceptores de renta básica también ha experimentado una tendencia ascendente desde el año 2016 y ya en 2019, se elevaron a 21.708 contratos. En concreto, fueron 6.941 las personas perceptoras de renta básica las que lograron algún empleo en 2019 sin perder por ello su derecho a percibir la renta garantizada. Se trata de trabajos cuyos salarios no superan el importe de la renta garantizada y que por ello es compatible. Como es sabido si bien el importe mínimo de la renta garantizada para una persona sin familia a su cargo ronda los 650 euros, mediante otros ingresos esta unidad familiar puede sumar unos ingresos hasta un máximo de 970 euros.

Los datos de Derechos Sociales referidos a contrataciones laborales en este colectivo de la población indican que las 6.951 personas que compatibilizaron ambos ingresos acumularon un total de 21.708 contratos, como queda dicho, con una rotación del 3,13%.

En el año 2016, las personas con renta garantizada que lograron un empleo ascendieron a 17.008 con un índice de rotación de 3,03 contratos por persona. En 2017, fueron 6.894 con 20.476 contratos y un indice de rotación de 2,97 contratos por persona; y en 2018, 6.997 personas con renta garantizada fueron contratadas y el índice de rotación fue de 3,01 contratos por persona.

Los datos correspondientes a 2019 evidencian que desde 2016, el número de personas con renta garantizada que han sido contratadas para trabajar ha experimentado un aumento del 23,5%, según destaca el Departamento de Derechos Sociales.

La recuperación del empleo en determinados sectores ha contribuido al descenso en el número de unidades familiares y de perceptores individuales pero también a que se reduzca el dinero destinado a renta garantizada. A las ofertas de empleo desde el sector privado se suman las empresas de inserción social que este año contarán con un fondo público de 3 millones de euros, una inyección económica publica destinada a facilitar la creación de más empresas (actualmente hay nueve EIS con 170 puestos de empleo en los que en 2019 trabajaron 240 personas).

Medida de choque contra la pobreza. En el primer año de implantación de la renta garantizada (2017), el porcentaje de personas en situación de pobreza severa en Navarra se redujo un 44,5%. Así, la implantación de la renta garantizada a finales de 2016 resultó crucial en este descenso y situó a Navarra como la Comunidad Autónoma con menor porcentaje de pobreza severa, con umbral estatal, con un 2,6%, después de haberse reducido casi a la mitad, lo que supone, en términos numéricos, pasar de 30.110 personas en situación pobreza severa en 2016, a 16.724 de 2017, es decir, 13.448 menos. En el conjunto del Estado, este indicador se situó en el 9,2%.