Antonio Abad Ojuel fue uno de los guionistas más relevantes del cine español del primer franquismo, firmando películas como El fantasma y doña Juanita (1944), La pródiga (1945) o Don Quijote de la Mancha (1947), las tres con Rafael Gil. Sin embargo, casi nadie le recuerda, por el tiempo transcurrido y porque “la figura del guionista siempre queda tapada”, dice Miguel Zozaya, autor del libro que ha rescatado la memoria de este periodista, crítico y cineasta nacido en Tudela en 1910 y fallecido en Madrid en 1989.
Con este volumen, la colección Libros de Cine que promueve la Filmoteca de Navarra suma su primera decena. Y, como suele ser habitual, la presentación va acompañada por la proyección, este jueves, 23 de octubre, a las 19.30 horas, de uno de los títulos en los que trabajo el protagonista. Se trata de Mare Nostrum, cinta de 1948 protagonizada por María Félix que también dirigió Rafael Gil. A la sesión acudirá su hijo, Carlos Abad Rico, director general de Sogecable en los años 90, en representación de la familia, a la que, como comenta Zozaya, le ha hecho “mucha ilusión” que “se prestara atención a la figura de su padre”, prácticamente olvidada. “Sin su colaboración, el libro habría quedado cojo”, y gracias a ella, el autor ha podido acceder a guiones inéditos, fotografías e incluso a correspondencia como la que mantuvieron Abad y el emblemático director Robert Bresson, con el que trabajó en una propuesta sobre la vida de Ignacio de Loyola que finalmente se frustró.
Unido a Tudela
Antonio Abad Ojuel nació en Tudela porque esta fue la ciudad a la que trasladaron a su padre, químico de profesión. Y, a pesar de que pasó poco tiempo en la capital ribera, “se sentía muy unido a ella y siempre la mencionaba”.
Curiosamente, lo mismo ha sucedido con otras/os profesionales que engrosan esta colección bibliográfica con la que “queremos reivindicar el trabajo de personas que quizá no fueron famosas y no vivieron mucho tiempo aquí, pero fueron navarros/as”, apunta Alberto Cañada, promotor de esta serie de libros, que se jubilará de su puesto al frente de la Filmoteca a comienzos del año que viene, sin que aun se conozca a su sustituta o sustituto. “A la persona que venga le dejaré una lista de biografías posibles”, comparte, y apunta que los dos siguientes volúmenes versarán en torno a la productora X Films, de la mano de Koldo Lasa, y sobre los cineastas amateurs Alfonso Verdoy y Jesús María Baztán, naturales de Tudela, en el que trabaja Julio Mazarico.
El falangista y la censura
“Puede que ahora sea desconocido, pero, en su momento, Antonio Abad Ojuel fue uno de los guionistas más importantes del cine español”, afirma Miguel Zozaya. Abogado de formación, periodista de profesión y guionista por vocación, Antonio Abad combatió con los golpistas en la Guerra Civil. Tras ser herido, fue enviado a San Sebastián a dirigir el periódico Unidad y fue nombrado delegado de prensa y propaganda de Falange en Gipuzkoa, cargos que abandonó en 1943 para ser secretario general del Sindicato Nacional del Espectáculo hasta 1947, lo que supuso su vuelta a Madrid, donde compaginó sus cargos con su faceta de guionista. “Su hijo nos comentó que el cine seguramente le sirvió de refugio ante el desencanto que sintió por la estructura montada por Franco”, indica Zozaya, que destaca los problemas que varios de sus guiones tuvieron con la censura de la época.
“Como guionista, le gustaban el folletín y el drama desbocado, con historias familiares truculentas, de ahí sus encontronazos con los censores”, añade el autor. También le dio problemas su interés por lo bélico, que plasmó en Paz y en Mare Nostrum, que se verá la tarde de este jueves en la Filmoteca de Navarra. Y por la tauromaquia, aunque por lo que sentía “predilección” es por las adaptaciones literarias.