- Los veranos en España dentro de 30 años podrán registrar olas de calor con temperaturas de hasta 50oC, sequías y lluvias torrenciales y las noches tropicales podrían alargarse más de dos meses en puntos del Mediterráneo, Sevilla, Cádiz y en la ciudad autónoma de Melilla.

Según un estudio de eltiempo.es, el verano en 2050 podría dejar notar aún más los efectos del cambio climático, que podrían agravarse incluso si se tiene la tasa más alta de contaminantes y forzamiento radiactivo, es decir, un escenario más pesimista.

El informe alerta de que si no se limita el calentamiento global del planeta a un aumento de 1,5oC y se excede notablemente ese umbral podría tener graves consecuencias en algunas regiones españolas en las próximas décadas. En concreto, se refiere a efectos como la dificultad de conciliar el sueño por el aumento de las noches tropicales, el aumento de la temperatura media o las inundaciones por las fuertes precipitaciones.

En su predicción, apunta que los veranos en 2050 estarán marcados por temperaturas muy altas, con una estación "sumida en una ola de calor" con valores que podrían alcanzar "fácilmente" 42oC en Madrid, 44ºC en Bilbao, 45oC en Valencia y Santa Cruz de Tenerife, y hasta 49oC se podrían alcanzar en Sevilla y en Córdoba. Además, añade que la tendencia es que las olas de calor aumentarán su frecuencia e intensidad y que los valores estarán por encima de umbrales actuales de ola de calor. De hecho, también es previsible que el aumento de las temperaturas eleve el umbral para que se considere ola de calor.

El estudio expone que mientras en Madrid en 2020 hay que superar los 39oC para que se considere ola de calor, dentro de 30 años ese valor será "más habitual" y habrá que sobrepasar los 39oC y los 43oC en zonas como el valle del Guadalquivir. También se agravará la duración de las olas de calor, si bien en la actualidad las olas de calor más largas duran una semana en Madrid, Barcelona o Baleares, estas podrían llegar a los 11-13 días en 2050. Las más dilatadas podrían extenderse unas dos semanas en puntos del interior peninsular y superar los 20 días en el litoral mediterráneo.

Respecto a las precipitaciones, durante los veranos de dentro de 30 años podría haber regiones en las que no se registre una sola gota en más de 60 días. Estas sequías se alternarán precisamente con las inundaciones en las zonas más áridas del país.