- El administrador de la empresa Eventos Zunzarren, Ricardo Zunzarren, cerró con cadenas las puertas de acceso al Recinto Ferial de Navarra (Refena), donde se realizan pruebas de detección del coronavirus, en protesta por el retraso en el pago de sus servicios por parte del Gobierno Foral. La Policía Foral tuvo que intervenir para retirar las cadenas y garantizar el funcionamiento del recinto con normalidad.

Eventos Zunzarren fue en julio de 2009 la adjudicataria del contrato de cesión de uso de las parcelas e instalaciones propiedad del Gobierno de Navarra, ubicadas en la avenida de Guipúzcoa de Pamplona, para su adecuación y explotación como recinto ferial. El pago anual por el Gobierno de Navarra de esta adjudicación es de unos 250.000 euros anuales, importe que fue pagado por adelantado de forma íntegra.

Desde el 14 de marzo, las instalaciones de Refena, en las que están trabajando unas 95 personas y que cuentan con 27.000 metros cuadrados de espacio entre oficinas, pabellones y aparcamientos, se han venido utilizando para distintos fines, indicó la propia empresa en un comunicado. En un primer momento se empezaron haciendo las PCR, dada la facilidad que supone para los vehículos el acceso al interior del edificio. Posteriormente, durante el confinamiento, se montó un taller de fabricación de batas sanitarias con voluntarios, coordinado por el Gobierno de Navarra, donde se fabricaron más de 27.000 unidades.

Además, el Servicio de Emergencias fue instalándose progresivamente en las oficinas de Refena y utilizando espacios, mobiliario y servicios para poder realizar su trabajo, hasta que se ha convertido en su "cuartel general", destaca la empresa. También se solicitó a Eventos Zunzarren el montaje de las cabinas para la realización de los test serológicos Elisa y así seguir manteniendo todos los servicios covid concentrados en el mismo espacio físico, incluidos los cursos de formación, lo que según los técnicos agiliza el trabajo y reduce los costes.

Finalmente se han instalado los equipos de rastreadores, tanto civiles como militares, y en los últimos días se han preparado las instalaciones con coches para poder dar entrenamiento en extracción vehicular rápida y manejo del traumatizado grave.

Al ser preguntado sobre este asunto tras la sesión de gobierno, el vicepresidente Javier Remírez, declaró que el propietario de Refena es el Gobierno de Navarra y recordó que "toda infraestructura pública está sometida al interés general y en este caso, la salud pública". "Los problemas que pueda haber con la infraestructura se dirimirán sin ningún tipo de problema", manifestó Remírez, quien destacó que Refena "está funcionando con normalidad". Navarra Suma ha solicitado información al Gobierno sobre esta cuestión.