- A pesar de la pandemia, de la complicada situación epidemiológica y de la saturación del sistema sanitario, el programa de donación y trasplante de órganos en Navarra "no se ha detenido", aunque "sí se ha reducido, especialmente en las primeras semanas tras la declaración del primer estado de alarma", en el mes de marzo. No obstante, si bien la actividad se ha mantenido "en unos niveles por debajo de lo esperado", "no ha afectado en gran medida a la lista de espera", explica el coordinador autonómico de trasplantes, José Roldán Ramírez. Concretamente, entre el 13 de marzo y el 29 de noviembre en la Comunidad Foral hubo 22 donantes y se llevaron a cabo un total de 41 trasplantes -27 renales, 10 hepáticos y 4 cardíacos-, de manera que, a 25 de noviembre, la lista de espera era muy parecida a la que había al principio de este fatídico año, con 29 pacientes esperando un riñón, dos un hígado y tres un corazón -cuando el 1 de enero eran 29, 3 y 4, respectivamente-.

El "ligero" descenso de la actividad, según explicó el coordinador, se puede explicar por dos causas relacionadas entre sí. Por un lado, prosiguió el especialista, "la saturación de los hospitales y las unidades de cuidados intensivos (UCI) por la afluencia de pacientes con covid-19" y, por otro, por "la necesidad de minimizar el riesgo de infección por el nuevo coronavirus de los pacientes trasplantados. En ausencia de espacios libres de covid-19 en las primeras semanas de la epidemia y en una situación de transmisión comunitaria sostenida, era prioritario garantizar su seguridad. Por ello, durante los momentos más críticos de la pandemia se priorizó el trasplante de pacientes en situación de urgencia y extrema gravedad clínica, así como el de pacientes difíciles de trasplantar por sus características inmunológicas o antropométricas". Sin embargo, "conforme ha ido evolucionando la crisis sanitaria, el Programa Nacional de Donación y Trasplante se ha ido recuperando, realizándose con relativa normalidad todos los procesos de donación y trasplante", de manera que "podemos considerar que nuestro sistema ha aprendido a coexistir con esta situación pandémica", explicó el doctor.

Con respecto a la donación de órganos, expuso Roldán, "durante la pandemia se ha priorizado a los donantes idóneos, tanto en muerte encefálica como en donación en asistolia controlada, valorando caso a caso y atendiendo a las circunstancias del Complejo Hospitalario en relación con la epidemia en cada momento". De los 22 donantes registrados en este tiempo -en el año 2019 hubo un total de 34 donantes-, 12 fueron de muerte encefálica, 8 de donación en asistolia controlada y dos donantes de vivo. Con estos gestos altruistas, se generaron 32 riñones, 15 hígados, 10 pulmones, tres corazones y dos páncreas.

En relación a los trasplantes, que se llevan a cabo en la Clínica Universidad de Navarra (CUN), destacó que "no se ha llegado a suspender ningún programa (renal, hepático y cardíaco) y se ha valorado de manera individualizada cada oferta de órganos, considerando la situación clínica del receptor, la disponibilidad de recursos en UCI y la existencia de circuitos libres de covid-19". De este modo, durante este año y hasta el 29 de noviembre se realizaron 41 trasplantes, frente a los 58 que hubo en 2019.

Como sostuvo Roldán, la pandemia ha planteado dos retos en el ámbito de la donación y el trasplante de órganos. Por un lado, el relativo a la seguridad de donantes vivos, receptores y personal sanitario que participa en el programa y, por otro, el de mantener la actividad de donación y trasplante en momentos de saturación del sistema sanitario y de las UCI; dos retos que en Navarra se han logrado gracias al trabajo y la dedicación de los equipos de donación, extracción y trasplante del CHN y de la CUN.

¿Tienen los pacientes trasplantados mayor riesgo de contraer la covid-19? José Roldán indicó, al respecto, que la Organización Nacional de Trasplantes, junto con las coordinaciones autonómicas y hospitalarias y diferentes sociedades científicas, realizaron una recogida centralizada de información sobre pacientes trasplantados que han desarrollado covid-19. "La evidencia generada parece indicar que la incidencia de la enfermedad es mayor en los pacientes trasplantados", afirmó, así como que las infecciones son "más graves". Por ello, es fundamental que las personas en lista de espera y trasplantadas extremen la precaución, cumpliendo de forma "más estricta y rigurosa" las medidas sanitarias.

Coordinación. El confinamiento estricto del inicio de la pandemia hizo que hubiera menos donantes potenciales, lo que, unido a que los pacientes estaban más dispersos en el hospital, dificultó el trabajo de los coordinadores de trasplantes.

El coordinador autonómico de trasplantes sostuvo que es seguro someterse a un trasplante. En este sentido, explicó que los que se realizan "siguen estrictos criterios de seguridad. Además de los habituales, se han implementado nuevas pautas de actuación en relación con la covid-19. Se revisan regularmente los protocolos de donación y trasplante para garantizar la salud de todos los receptores". Asimismo, "la norma general es descartar la infección por coronavirus tanto en el donante como en el receptor antes del trasplante -para ello, realizan una PCR en las 24 horas previas a la extracción-. Si se confirma la infección, no se lleva a cabo. En estas circunstancias excepcionales, los equipos de trasplante valoran en cada caso la idoneidad de realizar el trasplante o posponerlo en función de la situación clínica del paciente y la situación del centro. Si se decide seguir adelante, es porque se han tenido en cuenta todas las particularidades y considerado que es lo más recomendable para dicho caso".