- Ante la excusa del tradicional disfraz que este año no podrán calzarse los pamploneses en la calle, negocios como La Golosina y El Camerino se han reinventado. Han sacado partido “a la parte más seria del negocio”, como lo denominaba Sonia Barcos, de La Golosina. “Nosotros llevamos tiempo dedicándonos a la decoración de eventos y de bodas, pero en los últimos tiempos nos encargaban más globos de helio para fin de año”, cuenta. “Hemos salvado un poco estos días con la parte de bisutería y golosinas para regalos de Olentzero”, añade. “Esperamos que dejen de discriminar al sector del ocio porque somos muchos los negocios que nos vemos afectados con estas restricciones, detrás de la hostelería estamos muchos”, añade. “El toque de queda de las 11 de la noche ha supuesto un mazazo para todos”, señala.

No muy lejos de allí, El Camerino encuentra en la ropa de danza profesional, con la que lleva muchos años trabajando, su mejor aliado para mantener el equilibrio en su facturación. “Por necesidad, para regalo o por capricho, en la ropa de baile no hemos perdido ventas”, se alegra Verónica Borda. “Este año era previsible que los disfraces no iban a tener el mismo éxito, es lógico”, expresa Verónica. -

“No solo hemos perdido en disfraces, sino también en la decoración de eventos y fiestas”

La Golosina

“La ropa de danza es lo que está manteniendo ahora el equilibrio de nuestras ventas”

El Camerino