"Yo aproveché el confinamiento para aprender idiomas". Una frase que se oye mucho últimamente. La pandemia nos pilló a todos de improviso. Nadie esperaba lo que iba a suceder, de pronto nos tuvimos que quedar en casa y no se sabía cuánto iba a durar aquello. Por eso, mucha gente aprovechó para estudiar idiomas de manera autodidacta. Según un estudio de la Universidad Oberta de Catalunya, la cifra de usuarios de aplicaciones para aprender idiomas aumentó en un 125 % durante los meses de confinamiento.

Sin embargo, muchos coinciden en que este método no es capaz de igualar la interacción directa con un profesor que vaya guiando al alumno. Por eso, las academias de idiomas hicieron una gran labor para adaptarse a la nueva situación y seguir impartiendo su enseñanza.

Un ejemplo de esto es West End Idiomas, que formó a sus profesores en tiempo record para poder impartir las clases online con los mismos resultados que en una clase. Para ello, cada profesor disponía de un ordenador que sirvió de principal herramienta. Para las clases en directo, se utilizó la herramienta ZOOM, y la plataforma Edmodo sirvió para compartir links y mandar tareas. Para los alumnos de entre 3 y 11 años, enviaron packs de trabajo para casa sin coste alguno.

Un 60% del alumnado permaneció con ellos hasta el final de curso. Si bien no es lo mismo estar con otros niños y adolescentes y tener contacto con el profesor, los objetivos académicos se cumplieron.

Este año han regresado las clases presenciales pero cumpliendo las medidas impuestas por Sanidad. Los aforos se han reducido a la mitad y han tenido que rechazar a alumnos, ya que la campaña de matriculación ha sido un éxito.

Para garantizar la seguridad de los alumnos, la academia ha adquirido filtros de aire Hepa para todas las aulas, pupitres individuales para mantener la distancia de seguridad, las entradas y salidas se han escalonado y tanto alumnos como profesores llevan mascarilla. Si algún alumno está confinado, puede seguir la clase online desde casa y realizar packs de trabajo independiente.

También en la enseñanza pública se tuvieron que adaptar rápidamente a la nueva situación. De un día para otro, las clases de la Escuela Oficial de Idiomas de Pamplona (EOIP) pasaron a impartirse en línea.

No hicieron falta muchos medios para realizar tal proeza. Con un ordenador y conexión a internet bastaba. "No todo el profesorado tenía buena conexión a internet", afirma Maite Casero, directora de EOIP. "Incluso una profesora daba su clase a través del teléfono móvil". Al profesorado que no disponía de ordenador se le proporcionaron portátiles de los que se utilizan en la Escuela. El profesorado creó aulas en Moodle o Classroom y se adaptaron las actividades para que se pudieran realizar online. Para proporcionar al equipo la formación necesaria, se organizaron webinars en el canal de youtube de la EOIP.

Muchos alumnos, sin embargo, se dieron de baja, bien por no poder compatibilizar las clases con el trabajo de sus hijos o por no tener los medios necesarios para adaptarse a la modalidad online. Sin embargo desde la Escuela agradecen su paciencia y colaboración a quienes siguieron las clases hasta el final de curso. "Ellos nos animaron y motivaron en nuestro proceso de adaptación y aprendizaje de esta modalidad", reconoce Casero.

Este año se han regresado a las clases presenciales adoptando las medidas recomendadas por el gobierno: distancia de seguridad de 1,5 m, gel hidroalcohólico, ventilación y desinfección de mobiliario. Además, la Escuela ha adoptado lo que llaman modalidad híbrida, que consiste en que la mitad del alumnado asiste a clase en el aula o desde casa en días alternos, siempre que el grupo sea mayor a 11,5m.

Menos gente se ha matriculado este curso, suponen que por el miedo al contagio, pero no están descontentos.

Dicen que la mejor manera de aprender un idioma es conversando, y esto es exactamente lo que se hace en Pamplona Speaking Time. Se trata de un grupo diverso de gente que se reúne para practicar su inglés. La idea surgió inspirada por actividades similares para practicar euskera y los intercambios de idiomas en ciudades grandes como Madrid y Barcelona.

Pamplona Speaking Time ofrece conversaciones distendidas en las que practicar inglés fuera del contexto académico con gente de distintas culturas. Según Roger Salazar, administrador del grupo, esto "brinda la oportunidad de utilizar todo el conocimiento adquirido de vocabulario y gramática y llevarlo a un contexto real donde todas las normas se rompen y el ingles se convierte en algo mucho más real que lo que muestran los libros".

El grupo, que creció muy rápido a través de las redes sociales, cuenta con más de 1000 seguidores en Facebook y alrededor de 400 en sus chats de Whatsapp y Telegram. De hecho, la pandemia no ha frenado su expansión, pues durante los últimos meses se han unido varias personas de Pamplona y de otros países como Inglaterra o Estados unidos.

Si bien se intentaron hacer quedadas online, no ha sido algo continuo, "ya que todos echamos de menos las quedadas en persona y esperamos pacientemente volver a ellas", dice Salazar sobre la situación actual del grupo. Las quedadas están en pausa ahora mismo, pero pretenden retomarlas cuando la situación sea segura. Mientras tanto, comparten material para mejorar el inglés a través de sus redes sociales.

Pamplona Speaking Time es una comunidad de lo más variopinta y acogedora, en la que las conversaciones son variadas y siempre entretenidas. Para unirse, basta con mandar un mensaje directo al administrador del grupo de Facebook "Pamplona Speaking Time" o a la cuenta de Instagram @pamplonaspeakingtime.

Otro grupo de conversación que se ha visto especialmente afectado durante los últimos meses es Deutscher Stammtisch, que surgió en 2015 a partir de la Sociedad Hispano-Alemana y un grupo de estudiantes de alemán en la EOIP.

Actualmente cuenta con más de 110 miembros y todo el mundo es bienvenido, el único requisito: hablar en alemán. "En el grupo ya somos más que solo conocidos que quedan (quedaban) cada jueves; algunos de nosotros hemos creado lazos de amistad", afirman los administradores del grupo Isabel Equiza, Juan Pablo Cuervo y Maria Uhlending.

En una quedada de la Stammtisch, se habla de temas variados, de actualidad o de lo que no se habla en clase. También se aclaran dudas sobre el idioma y la cultura alemanes, con la ventaja de que siempre hay un hablante nativo o con un nivel alto que puede ayudar a quienes aprenden el idioma.

El grupo se da a conocer principalmente mediante el boca a boca y contactos con la Sociedad Hispano-Alemana y la Casa Paderborn. Además, tienen un grupo en Facebook (Pamplona auf Deutsch) y otro en Whatsapp.

Antes de la pandemia, se reunían en un bar llamado Las Caballerizas, pero este ha sido uno de los muchos locales de hostelería que han tenido que cerrar debido a la situación actual. Para ellos, ha sido "un golpe duro", pues era "el bar perfecto". Actualmente, están buscando alternativas.

Se hacen reuniones pequeñas dentro de lo permitido, y quedadas por zoom, pero el formato digital no es lo suyo. "Si fuera simplemente un grupo de conversación, pues igual, pero creemos que somos más que eso", dicen los administradores al respecto. Les encantaría retomar las quedadas reales, pero de momento, "la salud y la seguridad son lo primero". No obstante, la Stammtisch está abierta a la llegada de nuevos miembros. Para participar solo hace falta ponerse en contacto con ellos a través de sus redes sociales.