Tras diez meses de confinamiento consentido para la mayoría de los mayores, esta mañana, a las 10.15 horas, se abrían las puertas de la calle para los residentes de la residencia San Jerónimo de Estella-Lizarra, un centro que se convirtió en toda una referencia desde los primeros momentos de la pandemia tras dedicidir su personal que se confinaría junto con los residentes.

Residentes de San Jerónimo salen tras 10 meses

Residentes de San Jerónimo salen tras 10 meses

A primera hora de este viernes apenas fueron diez los residentes que ya con el periodo transcurrido desde las segunda vacuna aprovecharon para salir a la calle en el periodo de dos horas con el que cuentan.

También hay otro de igual duración a partir de la tarde. Uno de los que se decidieron a salir fue Carmelo Ganuza de 81 años de Abárzuza y viudo de Clara Elizondo. "Antes subía todos los días al pueblo, ahora me voy a dar una vuelta sin más". En los preparativos de salida de los residentes se encotraba también la directora del centro, Sonia Cabrero, quien aseguró que el mal tiempo ha retraído un poco a varios de salir pero "si mejora lo irán haciendo en otros turnos", comentó Cabrero.

Los residentes de San Jerónimo de Estella votaron el pasado mes de julio a favor de autorrestringirse las salidas. La decisión salió adelante con un 69% de los votos frente a 30% de los que se opusieron a la medida y el 1% de abstención.

Lo cierto es que el tema ya se barajó anteriormente. El director David Cabrero señalaba que cuando se supo del brote de Tudela, desde la residencia ya hubo una iniciativa en este sentido que fue descartada desde el Gobierno de Navarra, que entendía que "se podrían vulnerar los derechos de los residentes".

Con todo, la aparición de brotes en Pamplona y diferentes puntos de Navarra, hizo que la situación cambiara y que las limitaciones al confinamiento se replantearan en toda la comunidad. En San Jerónimo se convocó el Consejo de Participación un órgano consultivo representado por tres residentes dos trabajadores y la dirección que aprobó por unanimidad restringir las salidas al exterior de los residentes.

Una decisión que fue sometida también a votación de la asamblea del conjunto de los residentes, que confirmaron la voluntad mayoritaria de no permitir las salidas. "Yo creo que no solo es la respuesta al miedo por la situación si no lo que ha primado es la solidaridad con el resto y también la responsabilidad personal", comentó Cabrero.

La instalación de una caseta en el patio de San Jerónimo permitió que en la actual situación se mantuvieran las visitas de los familiares, algo que no era posible en la Fase 2, donde los residentes de San Jerónimo permanecieron durante 35 días aislados junto con los trabajadores del centro, que aceptaron el desafío de no salir del centro por temor a infectar a los residentes.

Un confinamiento que se convirtió en todo un referente y que atrajo hacia esta residencia la atención de todos los medios nacionales y también internacionales. De nuevo la decisión de esta residencia de Estella-Lizarra de autoprotegerse y proteger a los demás ha sido un ejemplo de estar a la altura de las circunstancias.