- El ganadero beratarra Xabier Balda reconoce que el pasado fin de semana fue "largo y duro" debido al incendio ocurrido en la zona. Por un lado, lo califica de "inexplicable", pero por otro lado reconoce que había "mucha probabilidad" de que sucediera porque el monte estaba "muy sucio y al final, si no se cuida, pasa lo que pasa".

Según relata, recogieron seis yeguas que estaban "bastante fastidiadas" con quemaduras, los ojos hinchados, los labios hinchados y con ruidos al respirar, pero les faltan cuatro más. En la zona de los caseríos tenía algunas, que entre el humo y el fuego estaban "bastante desorientadas".

Las demás estaban encima de Endarlatsa, donde no podían escaparse del fuego, ya que "sólo hay una salida y estaban atrapadas". Tuvieron que esperar a que remitiera el fuego y el domingo por la mañana fueron a inspeccionar el terreno y a rescatarlas. "Localizamos bastantes que estaban muy juntas en zonas que no se habían quemado y las que estaban más heridas estaban más quietas y desperdigadas. No veían bien y estaban asustadas y aturdidas", reconoce. "Habrán pasado una calamidad porque tenían toda la piel y todo el pelo quemado", añade.

Ahora se encuentran a buen recaudo, en una chabola cerca de casa. Al llegar allá, inmediatamente llamaron al veterinario y "nos dio unas inyecciones y nos dijo que las rociemos dos veces al día con agua y con el desinfectante Zotal". De momento, les cuesta comer debido a las lesiones producidas por el fuego en la boca y en la mandíbula, pero indica que "por lo menos intentaremos salvarlas". A las cuatro restantes las sigue buscando y reconoce que la esperanza es lo último que se pierde, pero "cuantos más días pasen sin comer ni beber..., no sé hasta cuándo podrán aguantar".

Además, Balda hace un llamamiento a las administraciones, porque "hay que ponerse las pilas antes de que pase todo esto". En esta línea, reconoce que está bien invertir en plantaciones, pero también cortafuegos y en limpiar el monte para hacer pastizales para el ganado. "Hay que cuidarlo, igual que se cuidan los jardines en las ciudades y en los pueblos".

Sobre la gestión de estos espacios, lamenta que "en las administraciones hay otro concepto del monte. Por ejemplo, si da madera, quitarle, pero no es todo recoger". Sobre lo sucedido, manifiesta que ojalá sirva de escarmiento y "esperemos que en cuatro días no se haya olvidado todo". De los daños, valora que el ganado se ha quedado sin comida "igual hasta dentro de dos meses porque está todo arrasado y no queda nada" y además, "han muerto muchos animales", se lamenta.